La variable Andina que se detectó en Sudamérica o denominada Lambda por la Organización Mundial de la Salud, es la mutación al Covid-19 que más preocupa a la comunidad científica y médica en la actualidad, por su alta contagiosidad, poder de letalidad en pacientes vacunados y gran capacidad de generar daños severos en los pulmones. En el mapa epidemiológico nacional, ocupa el tercer lugar de preponderancia viral, detrás de la cepa británica y la manaos.
En contacto telefónico con La Mañana en Vivo, el médico neumonólogo del Hospital Italiano de Buenos Aires, José Manuel Viudes, aseguró que la rápida aparición de variantes o mutaciones a la cepa original de Wuhan, está generando un efecto ineficaz en las vacunas que fueron desarrolladas para otros resultados inmunológicos en el contexto de la pandemia del Covid-19.
“Las vacunas, que tenemos en el país, se hicieron el año pasado en base a la cepa original, la cual hoy en el esquema epidemiológico tiene una preponderancia o circulación sólo del 5%, en relación a la británica, manaos y ahora, la nueva y más preocupante, reconocido por la OMS, variante Andina de Sudamérica, que por características, es más contagiosa, necesita menor carga viral en el cuerpo para hacer daño, tiene alta capacidad de mortalidad, incluso en pacientes vacunados con una o dos dosis, y evoluciona rápidamente en la infección con graves daños pulmonares en pacientes jóvenes”, indicó el especialista.
El médico formoseño, que viene estudiando la evolución del virus desde el primer caso de Covid-19 que ingresó al país en marzo del año pasado, señaló que la variante Andina en el contexto epidemiológico nacional, se posicionó detrás de la cepa británica y la manaos en los últimos meses.
“Tiene una circulación viral del 35%, según los últimos reportes que estudiamos de pacientes infectados. Así como las otras variables, ésta también posee cierta capacidad de inmunidad a las vacunas, y experimentó una evolución exponencial de Sudáfrica a otros continentes. Su infección avanza rápido y duplica la carga viral día a día, especialmente luego de la primera etapa de incubación del virus", subrayó.
Ante la falta de testeos de vacunas para las nuevas cepas, Viudes recomendó un diagnóstico precoz para bajar los riesgos de mortalidad: “Es muy importante el test rápido o hisopado para conocer el diagnóstico de la enfermedad con la aparición de los primeros síntomas.
Un diagnóstico precoz y el control obsesivo bajan los riesgos de un cuadro grave. Más aún, en jóvenes que tiene un cierto retraso en las manifestaciones de los síntomas o signos del virus”, agregó.