Comerciantes de la zona del Mercadito fueron recibidos ayer por el director de Bromatología de la Municipalidad, Jorge Tarantini, a quien le presentaron una nota reclamando que los dejen trabajar con los protocolos sanitarios correspondientes. Advirtieron que si hoy no reciben una respuesta, irán a manifestarse frente a la sede de la intendencia.
Una de las comerciantes que participó del encuentro comentó a La Mañana que la reunión con el funcionario municipal, en la sede de Bromatología sobre la calle San Martín, “no duró ni diez minutos”, y reveló que el mismo quedó en dar una respuesta en las próximas horas.
“Tarantini no nos dijo nada, sólo quedó en contestar”, informó y señaló que durante el breve encuentro “le dejamos en claro que seguiremos trabajando, así nos vengan a amedrentar y a hacernos las actas que quieran”.
“Vamos a seguir abriendo hasta que nos den una respuesta. Quedaron en responder mañana (por hoy) y si no nos contestan iremos todos los comerciantes a manifestarnos frente a la Intendencia”, adelantó.
Cronistas de La Mañana realizaron ayer un relevamiento en la zona del Mercadito y observaron locales abiertos al público. Ante una consulta, una comerciante manifestó que “nuestra situación es crítica, por eso tomamos la decisión de juntarnos y unirnos como compañeros de trabajo y reabrir nuestras puertas, porque ya pedimos mucha ayuda y no conseguimos nada. Nuestra única intención es trabajar”, reafirmó.
“No queremos seguir más así, no estamos robando, lo único que queremos es trabajar y que nos dejen tranquilos. Nos sentimos muy perseguidos y queremos hacer público el hecho de que los policías de Informaciones vienen, se instalan en las esquinas, se esconden y nos hacen fotos. Cómo puede ser que en un país libre y en democracia estén pasando estas cosas”, se preguntó la comerciante.
“Es demasiado difícil todo lo que estamos pasando. Por eso vamos a continuar con la lucha y si no nos dan una solución, vamos a seguir buscando la manera de trabajar, porque estamos cansados de que nos traten como delincuentes. Se tiran la pelota el uno al otro y nadie hace nada por nosotros, y así estamos cada vez más fundidos”, concluyó.