En medio de estrictos controles policiales, una circulación reducida en las calles y las restricciones propias de Fase 1 por la pandemia de coronavirus, los robos a comercios y casas particulares no cesan en la ciudad de Formosa.

A los casi cotidianos robos de artefactos, pertenencias y elementos del hogar (motores de agua, garrafas, herramientas, etc.) en su mayoría consumados por solitarios ladrones empujados más por la osadía y la audacia que por un nivel de preparación y logística que denoten algún nivel de sofisticación, se sumaron en los últimos días varios hechos que llamaron la atención por su envergadura y modo.

El sábado a la madrugada, delincuentes a bordo de un automóvil robaron en una distribuidora de bebidas alcohólicas del barrio Mariano Moreno. Ingresaron al predio y luego al local donde permanecieron varias horas y, con total desparpajo, consumaron el hecho sin importarles la existencia de cámaras de seguridad dentro del recinto, que dejaron registro de todo lo sucedido.

Después de recorrer y revisar toda la mercadería que había en el lugar, terminaron llevándose 80 cajas de cerveza, un modem, una computadora portátil y dinero en efectivo.

La Policía está investigando el caso, pero hasta el momento no pudieron dar con los malvivientes.

Millonario

Otro caso de relevancia ocurrió entre la noche del martes y la madrugada del miércoles en el barrio República Argentina, donde delincuentes ingresaron a un local comercial y se llevaron una pesada caja fuerte con más de un millón de pesos, además de una CPU y una caja de metal con billetes de baja denominación.

Se trata de una mueblería que además funciona como local de Pago Fácil, ubicada en la Manzana 85. Como en el caso anterior, los delincuentes forzaron la puerta de acceso e ingresaron al predio, usando para consumar el hecho un martillo, un corta hierros, una barreta y guantes.

La Policía fue hasta el lugar y encontró todos estos elementos que los ladrones dejaron deliberadamente a pocos metros. Se cree que se movían a bordo de un automóvil y que habrían sido no menos de tres sujetos, aunque hay otras hipótesis que no fueron descartadas por los investigadores.

El miércoles al mediodía, tres delincuentes armados entraron a un comercio del barrio Eva Perón y, tras reducir al encargado del local, robaron 17 teléfonos celulares y escaparon con rumbo desconocido.

La Policía verificó las cámaras de seguridad de las adyacencias a fin de reconstruir el itinerario utilizado por los delincuentes, antes y después de cometer el atraco, con la finalidad de identificar a los autores del hecho.

Pero el caso más impactante ocurrió en la localidad de Palo Santo. Ayer a la madrugada el intendente de la localidad, Raúl D’Zakich y su esposa, Marga Pando, fueron asaltados en el interior de su vivienda por dos desconocidos, que se alzaron con un botín estimado en dos millones de pesos.

Los asaltantes usaron un arma de fuego y tenían puestos barbijos, en tanto el intendente y su esposa fueron maniatados y obligados a entregarles todo el dinero que había en la casa.

Este hecho que conmocionó a los vecinos de Palo Santo llevó a recordar lo ocurrido hace pocas semanas con el profesor Eduardo Romea, quien fue encontrado asesinado en su casa, completamente maniatado, aunque sin signos de robo.

La mayor presencia de policías en las calles, las restricciones a la circulación y el hecho de que las familias permanezcan más tiempos en sus casas, parecen no amilanar la conducta de personas dedicadas a delitos contra la propiedad, sino por el contrario, ya que a la luz de los últimos acontecimientos los casos se repiten a diario y van en ascenso, generando honda preocupación en la comunidad.