En diálogo con La Mañana, Pablo Siddig, referente de Comerciantes Unidos de Formosa, afirmó que la entidad solicitó reuniones con las autoridades para proponer medidas alternativas para los rubros afectados por la Fase 1, y consideró que se debe permitir la apertura de todos los comercios, con estrictos controles de los Protocolos sanitarios; y advirtió que en el caso de no obtener respuestas, se evaluará la posibilidad de realizar movilizaciones para visibilizar los reclamos del sector.

También, mencionó que el 95% de los negocios que forman parte de CUF tienen deudas importantes que no pueden cubrir, y que más de 60 negocios de la ciudad debieron cerrar sus puertas en los últimos meses.

“Nosotros mantenemos todos los Protocolos, y está comprobado que con esas medidas, en los comercios no se producen los contagios. Las personas se contagian en otro tipo de lugares, como los Bancos y los supermercados”, indicó.

“No sabemos cómo tomar la nueva Fase 1, porque fue anunciada el Día de los Trabajadores y Trabajadoras, y en la misma fecha en la cual se concretó el robo al negocio de un conocido colega de la ciudad. Esto nos hace terriblemente mal a todos los trabajadores, y al resto de los ciudadanos”, evaluó.

“En nuestro caso, con la situación actual, dentro de 15 días podríamos anunciar el cierre del último comercio que nos queda, en el cual vendemos ropa”, declaró.

“El Gobierno provincial ayuda a Cooperativas, que en la provincia son cerca de 50. Y nos vienen facturas por encima de los 5.000 watts, por lo cual no nos vamos a ver beneficiados por el subsidio al servicio de energía eléctrica que anunció la Provincia. No nos sirven este tipo de ayudas. Necesitamos créditos a ‘tasa cero’, y condonación de impuestos durante los períodos de Fase 1”, expresó el empresario.

Locales vacíos

En otro orden, La Mañana pudo constatar que en el microcentro existen más de 20 locales comerciales desocupados, por cierre de comercios y por mudanzas de negocios a barrios periféricos de la ciudad, debido al alto valor de los alquileres de los inmuebles céntricos, que parten de los $ 50.000 mensuales.

Por su parte, Sergio, dueño de un conocido comercio ubicado sobre la calle España, comentó a este diario que hace 15 años que se encuentra en actividad, pero alertó que los negocios del centro se ven cada vez más afectados por los altos costos operativos y por las restricciones existentes en el marco de la pandemia.

“El microcentro está ‘muriendo’ lentamente, desde hace dos años. Con la pandemia y la cuarentena, se hace muy difícil mantener un negocio, porque no es rentable: no hay afluencia de público, y la actividad económica mermó mucho. Esto se siente más cuando se vuelve a Fase 1. Los alquileres son muy caros, y no sabemos lo que sucederá en el futuro”, explicó.

“Personas de otras provincias nos dicen que los alquileres de Formosa son muy caros; y esos costos se suman a los impuestos, que son cada vez más elevados. Yo estoy en el rubro gastronómico. La Municipalidad nos cobra mensualmente por cada mesa que se coloca en la vereda; y el alquiler de un local pequeño no baja de los $ 30.000 por mes. Este tipo de cuestiones hacen muy difícil la operatoria de un negocio”, añadió.

“Hace tiempo que nuestra actividad dejó de ser rentable. Los grandes ganadores de la modalidad que vemos ahora son los supermercados, que nunca dejaron de trabajar. Hay mucha desigualdad, porque no todas las personas sufrimos la misma realidad; y las ayudas por parte del Estado son casi inexistentes, porque el salario complementario del Programa ATP fue para los empleados, y de algunas empresas”, aseveró el emprendedor.