El presidente de la Cámara de Comercio de Clorinda, Pedro Ortíz, mostró preocupación por el crecimiento de la actividad ilícita en el tráfico de mercaderías por la frontera y la competencia desleal que ocasiona el contrabando en el sector minorista de la ciudad. En este sentido, pidió mayor presencia estatal para controlar u organizar el comercio vecinal con Paraguay.
“El contrabando sigue funcionando. Eso no lo para nadie. Salvo que venga el Ejército y ponga un soldado cada cinco metro a lo largo de la frontera seca, podría cambiar, sino es muy difícil. Las filtraciones siguen ocurriendo y es preocupante para nuestro sector. Especialmente, para aquellos que regularmente trabajan en la formalidad, a los que defendemos desde nuestra organización”, señaló el dirigente en diálogo con La Mañana en Vivo.
Para Ortíz, los ingresos y egresos ilegales por la frontera con Paraguay es una dinámica que no cesó durante la pandemia, ni mermó por las restricciones y controles de la Policía y Gendarmería. “No es una tarea sencilla.
La gente se la arregla. Sin embargo, acá nunca hubo voluntad política para sellar o cerrar definitivamente la frontera, ni de este gobierno ni del anterior. Con nuestra Cámara propusimos a las autoridades, ordenar el tráfico vecinal fronterizo mediante canales para tres tipos de intercambios, mayor, mediano y minorista o por kilos. es la manera correcta de emprolijar esta actividad”, indicó.
Por último, en relación a los efectos negativos de las restricciones por la emergencia sanitaria del Covid-19, Ortíz mencionó que más de 300 locales de venta bajaron sus persianas desde marzo del año pasado a la fecha. “Especialmente, cerraron aquellos comercios minoristas que se dedicaban a la indumentaria, los negocios con venta de comestibles lograron sobrevivir en esta crisis”, refirió.