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TALLER DE INICIACIÓN LITERARIA EN LA ASOCIACIÓN ITALIANA

Trabajar la palabra



Por Héctor Washington


Comienza un nuevo ciclo del Taller de Iniciación Literaria de la Asociación Italiana de Formosa, adaptándose a los nuevos requerimientos que impone la pandemia pero con las mismas ganas no sólo de formar a los talleristas en el tratamiento y su relación con la palabra sino también de seguir sosteniendo un espacio para compartir textos y experiencias diversas en los procesos de creación literaria.

El próximo 17 de abril, el taller reanudará sus actividades gratuitas, para lo cual se convoca a la comunidad interesada en participar que se sume a la propuesta, a cargo del escritor local Federico Princich, que en diálogo con Cronopio, aportó mayores detalles de la actividad: “Es una especie de compromiso que tengo yo con aquel que quiera adentrarse en las aguas de la literatura, de ayudarlo a indicarle desde la costa cómo debe vestirse, qué zapatillas ponerse, si debe llevar o no tanques de aire según la profundidad de las aguas en las que va a navegar. Es un poco la metáfora para ayudarlos a enfrentar ese hecho tan a veces controversial que es la creación literaria”, asegura. Habiendo establecido un estricto protocolo para el cumplimiento de las medidas sanitarias vigentes, los encuentros son previstos de manera virtual, con algunas clases presenciales ocasionales: “La literatura es un hecho maravilloso que llena el espíritu”, confiesa Federico, resaltando la necesidad del contacto humano en toda creación artística y poder darla a conocer con nuestros pares.

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Vuelven las actividades del Taller de Iniciación Literaria en la Asociación Italiana. ¿Cómo los encuentra esta reactivación de la actividad?
- “Así es. Arrancan el sábado 17 de abril vía Zoom. La verdad es que este contexto de pandemia nos tiene un poco alejados, ya que todos saben que la actividad literaria tiene un componente emocional muy fuerte, y ese componente emocional deviene en general de la proximidad del colega que está escribiendo, del compañero tallerista que está produciendo. Y hay una compañía mutua en ese momento. Nos encuentra en general motivados. Todos los talleristas -algunos ya venimos desde hace años- han estado trabajando, han estado cumpliendo su vocación literaria en todo este contexto de pandemia. Así que estamos muy motivados y con ganas de seguir trabajando”.

Han pasado por este taller algunos escritores locales que ya han editado sus trabajos en el medio…
- “Sí, uno de los legítimos orgullos que tenemos -y que tengo yo particularmente- con relación a este tema es el de los talleristas que han logrado publicar sus textos. En particular, es una actividad muy compleja, muy difícil. Tal vez sea lo más complicado de la producción literaria publicar los trabajos, porque no hay en Formosa una editorial plena que contemple la posibilidad no solamente de la publicación, de la imprenta, sino también el trabajo editorial, el trabajo de corrección… son todas actividades con las que en general las editoras fuertemente instaladas cuentan: tienen su propio cuerpo de correctores, su cuerpo de beta readers, de editores… Entonces la editorial no solamente publica y comercializa y distribuye los libros de los autores, sino que además hay un profundo trabajo por debajo que tiene que ver con el interés editorial, la corrección editorial, la línea… Y eso ayuda mucho al escritor porque lo va orientando en el consumo, en las posibilidades de venta, en la búsqueda de impactos que sean no solamente comerciales sino también impactos literarios. Y eso no lo tenemos en Formosa. Entonces el resultado de que existan por lo menos tres talleristas de ‘la Italiana’ que ya han publicado sus textos, como es el caso de Eduardo Aballay, de Axel Jouck, o el de Liz Aquino, ya que ella también publicó un pequeño trabajo hace un par de años habiendo sido tallerista de ‘la Italiana’, es un orgullo. Y la participación de algunos talleristas en antologías, tanto a nivel local como nacional. Eso también nos pone contentos porque el producto de un tallerista de ‘la Italiana’ tiene mérito suficiente para transitar los caminos de la literatura”.

¿Qué nuevas estrategias didácticas en cuanto a la escritura requiere desde lo virtual esta nueva normalidad para con los talleristas?
- “Bueno, los talleres de la ‘Italiana’ se caracterizaron siempre por ser presenciales, por lo menos hasta el año pasado. Venimos desde el 2013 ó 2012 transitando este camino. Para nosotros siempre fue una comodidad y una estrategia útil el hecho de las clases presenciales, básicamente por el contacto emocional. Por eso este año hicimos todo el esfuerzo para poder hacer una combinación de ambas cosas, porque los mismos talleristas reclaman esa presencialidad, ese contacto afectuoso que resulta del taller, en el que necesariamente terminamos todos amigos. Esa es la idea: de que no solamente sea un ámbito académico; justamente tratar de sacarle toda esa ritualidad académica, todo ese complejo rito académico, es uno de los desafíos más importantes del taller. Sentirse apenas un coordinador y poder satisfacer los requerimientos, las preguntas, las inquietudes y la necesidad de información de los otros talleristas, sabiendo que uno en ese mismo momento también se está nutriendo, también está absorbiendo cosas, aprendiendo entre todos. Esa es la bondad enorme del taller. Como estrategias didácticas, a nosotros nos resultó bastante interesante pasarnos a través de estos medios técnicos algunos textos para opinar y corregir. Ahora incorporamos también un grupo de Facebook, básicamente por la simpleza para compartir cosas y por el registro que queda allí. Nosotros todos los años editamos una antología y a veces había que buscar en los registros y se perdían trabajos, porque el papel se pierde. Y en este grupo de Facebook ya van a quedar registradas las cosas y va a ser más fácil catalogarlas, clasificarlas e incluso corregirlas”.

Los talleres funcionan no sólo como espacios de aprendizaje técnico sino también como una experiencia desde el contacto humano. ¿Qué importancia le otorga a este segundo aspecto teniendo en cuenta el 2020 tan difícil que hemos atravesado como sociedad?
- “Creo que el año pasado nos faltó justamente ese contacto humano, con respecto a años anteriores; nos faltó el afecto, el ‘face to face’, el mirarse a los ojos, la emoción y la inflexión de voz cuando estamos leyendo un texto. Esa cierta inquietud espiritual de ‘¿gustará o no gustará mi texto a Fulano de Tal?’… Creo que en los medios electrónicos se trabajan mejor los aspectos técnicos. Incluso esa especie de distancia que establecen las pantallas y los medios electrónicos, el hablar por turnos… facilita mucho la transmisión de algunos conceptos que piden los talleristas. Ahora, el contacto humano es absolutamente irreemplazable en el hecho creativo, esa calidez, la percepción de la más mínima redacción, la respuesta física ante la emoción… A veces leemos textos y lloramos todos y a todos nos sensibiliza tanto, que se nos escapa una lágrima. Y tal vez en una exposición virtual, eso ni cuenta. En cambio, en un contacto personal, eso tal vez sea lo más importante. También tenemos que ser absolutamente respetuosos de las autoridades y de las normas de control sanitario que establecen quienes conducen la pandemia para evitar contagiarnos”.

Se trataría en principio de una alternancia entre una clase presencial por cada tres virtuales, con estricto cumplimiento del protocolo…
- “Sí, se trata en principio de una alternancia entre reuniones presenciales y virtuales: una relación presencial por cada tres virtuales. Si las condiciones de distanciamiento social se flexibilizan, cosa que puede venir de la mano de un mayor porcentaje de vacunación o una desaceleración del ritmo de contagios y también una menor tasa de circulación viral comunitaria, puede ser que aumentemos las clases presenciales en función del respeto irrestricto de los protocolos sanitarios establecidos y aprobados”.

¿Cómo nos sumamos a la propuesta?
- “La secretaría de la Asociación se encuentra en 25 de Mayo 353 (altos), sobre el Cine ‘Italia’. Y allí está toda la información necesaria para inscribirse y para sumarse. Por otro lado, hay un teléfono, que es el mío: 3704709586, en el que se pueden evacuar algunas consultas. Y también existe un grupo de Facebook: ‘TALLER LITERARIO 2021’, y en mi página personal de Facebook: Federico Princich. La convocatoria es amplia y accesible, y creo que se pueden fácilmente anotar o hacerse conocer para que se los tenga en cuenta. En esas páginas de Facebook se van a publicar oportunamente los enlaces para las reuniones vía Zoom”.



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