pixel facebook
Jueves 18 de Abril de 2024

17 ° C Clima

Logo Editorial


Ser razonables



Cuando algunos sectores de la economía comenzaban a olvidar los duros meses de recesión y otros veían más cerca la posibilidad de volver a trabajar, el Consejo de Atención Integral de la Emergencia COVID-19 resolvió ayer dar marcha atrás y pararse nuevamente en la Fase 1 de la cuarentena en la ciudad de Formosa, por un lapso de dos semanas.

De tal manera que hasta el 18 de marzo, cuanto menos, la actividad económica en la provincia volvería virtualmente a fojas cero, lo cual torna más incierto aun el futuro de negocios y empresas que ya se habían adaptado a la nueva normalidad y agrava a niveles intolerables la crisis de quienes hace un año no pueden retomar sus quehaceres prepandémicos.

Serán 14 días de aislamiento social preventivo y obligatorio, pero el período podría prolongarse si los contagios aumentan. Al menos así lo deslizaron voceros de la Mesa COVID-19 al señalar que todo depende de la evolución del cuadro epidemiológico local.

Son comprensibles el riesgo y el temor a que la situación se vuelva incontrolable. Empero, después de un año de severas restricciones la esperanza era que el sistema sanitario provincial se había puesto al día con lo que requería la emergencia y ya no habría necesidad de tomar medidas más duras. En fin, que el virus no podía hacerle mucho más daño a los formoseños, gracias a los estrictos cuidados adoptados en estos meses por el Gobierno.

No les será fácil a las autoridades, por más que se lo propongan, reconducir a la población capitalina a un confinamiento masivo como el que ya atravesó durante gran parte del año pasado y en las primeras semanas de enero de 2021. La gente está haciendo notar a gritos que no aguanta más, que necesita trabajar, a la vez que reclama otras alternativas para hacer este proceso un poco menos dañino económica y, no menos importante, mentalmente.

Volver a Fase 1, si nos atenemos a lo comunicado ayer por el Consejo provincial, implica no solo perder nuevamente libertades ambulatorias sino un dispendio burocrático sinsentido. Por ejemplo, ¿qué sentido tiene hacer caducar todos los certificados de circulación de trabajadores esenciales vigentes si el trámite a completar y la papeleta autorizante serán los mismos? ¿Hace falta cambiar para que nada cambie?

Con respecto a los trabajadores “esenciales”, aquellos negocios que lo son, ¿por qué ponerles un horario limitado? Al coronavirus no pareciera importarle si cierran a las 21 o a las 22. Y los que no lo son, o al menos no están así considerados y están al borde del naufragio, ¿cómo se las arreglarán para seguir a flote?, ¿tendrá el Estado salvavidas a mano por si se hunden?; y en caso de tenerlos, ¿cuándo apelará a ellos?

Aunque sea difícil encontrar ejemplos de un regreso tan abrupto al ASPO, como medio de comunicación no estamos para discutir medidas sanitarias. De lo que sí estamos seguros es de la imperiosa necesidad que tiene la comunidad formoseña de que no le compliquen la vida más de la cuenta con involuciones que ya no parecieran del todo razonables.



Comentarios
Los comentarios publicados al final de cada nota son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden generar sanciones legales. La empresa se reserva el derecho de moderar los comentarios y eliminar aquellos que sean injuriosos o violatorios de cualquier legislación vigente.
Todos los Derechos Reservados © 2024 Editorial La Mañana

La Mañana
RSS
Sitemap

Redes Sociales
Facebook
Instagram
Twitter

Miembro de
Logo Adepa
Adherente a Programas
ONU mujeres

Logo Footer