La Defensoría del Pueblo de la Provincia advirtió este lunes que la sociedad formoseña “vive dos realidades diferentes”, señalando por un lado a los que trabajan diariamente en la salud, seguridad, transporte y otros servicios esenciales, “y aquellos que dicen que están hartos del encierro”.
A estos últimos, el organismo les reclamó que “frente a un enemigo invisible y entendiendo su agotamiento, vivan la llamada nueva normalidad sin asistir a las fiestas clandestinas o privadas que constituyen un real peligro, donde los jóvenes están todos juntos y el exceso de alcohol produce el ambiente inmejorable para la propagación del coronavirus”.
El organismo provincial a cargo de José Leonardo Gialluca, formuló estas recomendaciones “como consecuencia de las nuevas habilitaciones por parte del Consejo de Atención Integral de la Emergencia COVID-19 para la realización de eventos culturales sociales, recreativos y religiosos al aire libre cumpliendo las normas sanitarias vigentes de distancia de dos metros y uso obligatorio de barbijo y en las cantidades máximas dispuestas, a lo que se le suman otras autorizaciones que se han ido concediendo en estos últimos meses”.
Al respecto, el ombudsman provincial señaló que “lo importante es que todos podamos salir a realizar las actividades habilitadas, siempre respetando los cuidados que ya todos conocemos, toda vez que al virus no lo podemos desconocer y la única manera de prevenirlo está en cada uno de nosotros”.
“De hecho -añadió-, ya se han implementado no solamente las denuncias policiales, judiciales, multas, aplicaciones del Art. 205 del CPA, pero nada de todo ello lleva a tomar conciencia a los que organizan las fiestas clandestinas y a quienes participan de las mismas, están los que dicen que las sanciones no son suficientes y, por otro lado, de que como no existe en nuestra provincia circulación comunitaria, nada les pasará”.