El obispo de la Diócesis de Formosa, monseñor José Vicente Conejero Gallego, resaltó la alta concurrencia que tuvo la movilización realizada en la ciudad de Formosa el sábado último en contra de la sanción de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, y ratificó la oposición de la Iglesia católica al aborto y a la eutanasia.

“La gente se pronunció de manera pacífica, cumpliendo con los Protocolos sanitarios. Yo, que he participado, he visto a la ciudadanía con barbijos, y con mucha alegría, cuidando la salud y la vida de los inocentes, de los indefensos que están en el vientre de una madre”, indicó a La Mañana.

“La participación fue masiva no solo en Formosa capital, sino también en toda la provincia, en todas las ciudades. Es un motivo de gran alegría. Hubo una marea de ‘onda celeste’ maravillosa. Espero que nuestros legisladores ‘abran sus oídos y la mente’, y no se dejen llevar por ideologías y por minorías. Como decía uno de los carteles, la vida no se debate: se recibe, se acoge y se defiende siempre, desde el primer momento de la concepción hasta la muerte natural”, explicó Conejero a este diario.

“Queremos que tanto los diputados como los senadores no se dejen llevar por ideologías engañosas y extrañas, y que defiendan la vida, como proclamó la mayor parte del pueblo argentino”, agregó.

Asimismo, afirmó que la movilización haya unido a todos los credos cristianos, y aclaró que en Formosa capital, la organización de la marcha “por las dos vidas” estuvo a cargo de la Asociación Congregacional de Iglesias Evangélicas de la República Argentina, y que la Iglesia católica solo adhirió a la iniciativa.

“Como bien dijo el Papa Francisco, los cristianos tenemos una deuda por no vivir más unidos, como quería el Señor, para que haya un solo rebaño y un solo pastor. El tema de la vida nos está uniendo, como hermanos, a todas las confesiones cristianas, y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad que defienden la vida, incluyendo agnósticos y ateos”, aseguró.

Por otro lado, se mostró en contra de los insultos que ciertas personas expresan a través de las redes sociales a quienes piensan diferente. “En una de sus cartas encíclicas, el Papa Francisco señala que existe una violencia sin pudor a través de las redes; y el Apóstol San Pablo dice: ‘No maldigan a nadie: bendigan, incluso a sus perseguidores’”, evaluó.

En otro orden, José Vicente Conejero dijo que el actual período de adviento es “un momento de mucha esperanza y de alegría”; y añadió: “Los cristianos aguardamos una doble venida de Jesús: la que vino en la carne, en pobreza y humildad, la que celebramos en Navidad; y su segunda venida, que será en gloria y majestad, rodeado de ángeles, para dar a cada uno según sus obras. Esta doble venida es la que debemos tener presente quienes nos preparamos en este tiempo de Navidad, aguardando con esperanza la segunda venida y celebrando con alegría la primera venida”.

“Se habla incluso de una ‘tercera venida intermedia’: el encuentro que cada persona tiene con Jesús en su corazón. Tenemos que salir al encuentro del Señor. Este es un tiempo de conversión, de cambio de actitudes y de ser humildes y sencillos. Hay que ‘callar y obrar’, haciendo el bien”, manifestó el obispo.