Por Washington
Lejos de ser un mero registro biográfico de personajes gestados desde la pura ficción, “Las mil y una” deja sentado un crudo testimonio de numerosas realidades que ocurren todo el tiempo en torno al despertar sexual y emocional de un grupo de jóvenes en un barrio de la periferia. Su lectura propone ir al encuentro de otras problemáticas sugeridas desde la trama: los prejuicios, la diversidad, la Educación Sexual Integral, la estigmatización y discriminación por lo que no encaja desde la mirada normalizadora. “La película trata sobre el primer amor de Iris hacia Renata, dos chicas que son del barrio de Las Mil Viviendas (Corrientes); a la vez, tiene muchas historias de las disidencias que habitan este barrio”, cuenta Luis acerca del argumento.
Rodada íntegramente en la ciudad de Corrientes, la película fue seleccionada en febrero pasado para abrir la sección “Panorama”, una de las más destacadas del Festival Internacional de Cine de Berlín. Además, a lo largo de este año también ha sido acreedora de otros reconocimientos, como el premio a la Mejor Película en el 21º Festival de Cine de Jeonju, en Corea del Sur, y a la Mejor Película LGBTI Latina en el marco del Festival de San Sebastián. “Hoy en día, pienso que es un gran hito que sea la primera película de la región en haber tenido su estreno en un festival de clase A como Berlinale, y que encima sea queer”, asegura el actor y agrega: “Si bien defiende a las disidencias, también defiende a todas las personas que hoy habitan este barrio. Algo que normalmente pasa en series o películas en donde su historia toma lugar en barrios de la periferia es que los retratan como lugares bajos, que están consumidos por la droga y la inseguridad. E ignoran completamente la parte humana, se olvidan que hay todo un sinfín de personas con todo tipo de anhelos y proyectos. Eso es lo que también me agrada mucho de poder haber sido parte de este proyecto”.
Como estudiante de la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC NEA), Luis revaloriza el hecho de que el film haya podido contar una historia lo más fielmente posible a la realidad de los barrios humildes y que tuviera suma trascendencia, aun sin pertenecer a los grandes centros urbanos del país, que suelen concentrar la mayor parte de la atención desde fuera: “Me motiva muchísimo a seguir construyendo con todas estas personas en mi región, y poder construir un cine que termine siendo potente y a la vez cargado de una localidad enorme, sin caer en la exotización de los espacios que retratamos. Espero que a la película puedan verla todos los jóvenes de acá y que puedan empatizar mucho con ella”, concluye.
---------------------------------------------------------
Se estrena por fin “Las mil y una” a partir de mañana. ¿Cómo hacemos para verla?
- “La película va a estar online y gratuita en la página web oficial del Festival de Cine de Mar del Plata: www.mardelplatafilmfest.com. Se tienen que registrar esos días y ahí pueden sacar sus entradas gratuitas. Si no, también por la TV, en el canal de CineAr la van a pasar el 3 de diciembre y repite el 5; también en www.play.cine.ar podrán verla online durante esa semana de diciembre”.
Te vimos viajar hace unos meses al Festival Internacional de Cine de Berlín. ¿Qué te dejó esa gran experiencia a nivel profesional?
- “Yo creo que un gran aprendizaje que me llevé de esa experiencia fue el poder conocer todo tipo de miradas y formas que se tienen en torno al cine alrededor del mundo. ¿Cómo retrataban a sus lugares? ¿Cómo eran las actuaciones? Intentaba ir a ver la mayor cantidad de pelis posibles durante el festival para poder responderme esas preguntas y capaz llevarme un aprendizaje de ellas. En el festival estaban muy fanatizados con la peli, había gente de todos lados que se nos acercaba para decirnos lo mucho que les movilizó verla y conocer otro lado de Argentina, que muchas veces pasa que queda un poco invisibilizado por nuestra capital. Eso también es algo que me gusta rescatar de la película, que muestra otro lugar de Argentina, como la ciudad de Corrientes. Que podemos ver Corrientes y ver cómo vivimos, hablamos y percibimos las cosas en el NEA”.
La película siguió cosechando reconocimientos este año, como el Sebastiane Latino a la Mejor Película LGBTI Latina y también en el Festival de Cine de Jeonju, de Corea del Sur. ¿Cómo te moviliza desde el lugar de actor ser parte de este proyecto de Clarisa Navas?
- “Creo que lo que me moviliza hoy en día es el escapar a varias convenciones que acarrean siempre las grandes capitales con respecto a la actuación frente a cámara. Una pregunta que le hacen a Clarisa siempre es: ‘¿Cómo fue trabajar con actores no profesionales?’. Y siempre la respuesta es que en realidad sólo Sofía (Iris, la protagonista) y algunos extras no eran actores hasta el momento de filmar la película. El resto del elenco siempre estuvo relacionado con la actuación, como por ejemplo Mauri (Darío) o Caro (Renata), que ambos tienen una Licenciatura en Actuación; o Marianela (Susi), que es docente de teatro ahí en Corrientes. De igual manera Leo, Rosa y Pilar, gran parte del elenco es actor. Siento que esa pregunta es producto de estas convenciones de las que hablo, que por no ser una cara conocida, por no tener una extensa carrera trabajando en otras películas o por el simple hecho de pertenecer a una región como el norte de Argentina, se asume que une es una actriz o actor no profesional. Entonces lo que me moviliza es el escapar a eso, y también plantear una actuación que goce de un ritmo mucho menos acelerado y que se concentre más en lo humano que puede llegar a tener ese personaje”.
Hay en el film un fuerte tratamiento de las problemáticas que viven a diario las minorías sexuales. ¿Qué importancia le das a que también desde el cine se visibilicen estas problemáticas con una mirada comprometida?
- “Siento que es muy importante que se les dé visibilidad a esas problemáticas. Me parece que hoy en día, si bien tenemos derechos, como la Ley de Matrimonio Igualitario o la Ley de Identidad de Género, eso no garantiza que las problemáticas que vivimos a diario como disidencia hayan disminuido. Seguimos teniendo momentos de discriminación y de crímenes de odio hacia la comunidad LGBT. La película tiene situaciones que son similares a la adolescencia de Clarisa y del elenco también. Durante los ensayos, hubo un constante trabajo de compartir vivencias y charlarlas entre todos para luego volcarlas al día a día de nuestros personajes. “Las mil y una” tiene un mensaje esperanzador hacia las disidencias. Pienso que es muy sensible y a la vez se siente como una película que suma como resistencia queer”.
¿Cómo ves la escena cinematográfica local en torno a la ENERC y desde qué lugar creés importante tu aporte a al ambiente?
- “Creo que la escena cinematográfica regional hoy en día la tiene bastante difícil, más aun en este contexto de pandemia que atravesamos, en donde todo está detenido y muches trabajadores se encuentran sin trabajo hoy en día. Filmar una película en la región no es cosa fácil, la parte económica siempre es uno de los dilemas que enfrentamos muchos realizadores en el NEA. Pienso que la posibilidad de tener una sede de una Escuela de Cine como la ENERC acá en Formosa da la oportunidad de poder formarnos en nuestra región sin necesidad de tener que irnos hasta Buenos Aires para estudiar. Sobre mi aporte a la escena, pienso que puede ser con esta propuesta que te comentaba, sobre una actuación que escape a los modos e ideas que se tienen sobre ella”.