Poco a poco, en la medida en que la pandemia va dando lugar a ciertas actividades industriales, comerciales y de servicios, además de las consabidas actividades sociales, recreativas y turísticas, el país torna hacia una pseudo normalidad, marcada por los índices de recuperación de los distintos sectores de la producción.

La caída del PBI se aproximará a los 12 puntos, teniendo en cuenta la pendiente en que estábamos después de la debacle del 2018 y 2019, con una perspectiva de recuperación hacia el año próximo de algo más del 5%. Esto quizás no sea un fuerte impacto en la actividad económica, pero significará un alivio importante para un Estado que está extenuado financieramente, luego del esfuerzo que ha significado la implementación de tantas herramientas de apoyo no solo a las PyMEs regionales, sino a toda la sociedad argentina, medidas que ya todos conocemos.

La caída de la demanda interna ha sido uno de los principales motivos expuestos por las empresas a la hora de definir las razones de la tendencia a la baja que experimentaron algunos sectores, pero ha sido la pandemia la que restringió actividades en todo el país. El rubro textil, prendas de vestir, cuero y calzado ha sido el de peor desempeño, aunque se vislumbra para este último trimestre una mejora sustancial respecto del trimestre anterior.

En el marco de estas expectativas de recuperación, existe en el sector empresarial, buena predisposición a la convocatoria del Gobierno nacional al Acuerdo Económico y Social que se inició la semana pasada, donde se definieron los diez puntos de consenso sobre los cuales se trabajará en las mesas sectoriales.

Allí no estuvimos representados los empresarios Mipymes de las regiones periféricas, como sucede siempre, ya que las organizaciones empresariales de nivel nacional no son permeables a las PyMEs de las provincias como la nuestra. No podemos filtrar nuestras opiniones ni acercar propuestas. No somos consultados. De todas formas, apoyamos el consenso, los acuerdos intrasectoriales y la movilización de recursos para la recuperación de la economía.

En Formosa, la gestión de gobierno se concentra en obras que son necesidad de una provincia que crece. El gobernador Gildo Insfrán ha anunciado obras en el viaducto para mejorar la conectividad física del territorio. Se va fortaleciendo poco a poco el corredor vial norte-sur. La noticia más destacada ha sido el anuncio de la continuidad de las obras del Gasoducto del Nordeste, que desde el 2018 fueron paralizadas por el gobierno anterior. Todos sabemos del impacto que tendrá el abastecimiento de gas natural para miles de hogares y PyMEs, ya que no solo se trata de mejorar la calidad de vida de los habitantes de la región, sino de mejorar la competitividad. Un anhelo formoseño que tiene una larga historia que tendrá al fin su concreción.

Las PyMEs somos esenciales para la recuperación económica, generamos riqueza y puestos de trabajo. Debemos centrarnos en aumentar la productividad y la especialización productiva, y fortalecer las alianzas estratégicas entre sectores para proyectar un futuro de crecimiento sustentable.

Más allá de las vacunas, la pandemia produjo un cambio de paradigma en el relacionamiento social y en las formas de trabajar, producir y comerciar, un paradigma que se afirma en todo el mundo donde la cuestión ambiental pasa a un primer plano. Cuidar el planeta será ahora nuestro primer compromiso para detener las pandemias.