A partir de hoy, los bares, restaurantes y locales gastronómicos en general podrán recibir clientes, a partir de que ayer se aprobara el protocolo en una reunión entre el Consejo COVID-19, empresarios y trabajadores del sector. Será una “prueba piloto” durante este fin de semana, y de sus resultados dependerá la continuidad de esta habilitación.

Según pudo saber La Mañana, sólo se podrá atender con mesas en la vereda, que deberán estar ubicadas a dos metros de distancia. Habrá un sistema de reservas y los locales deberán llevar un registro -con fines epidemiológicos- con los datos de cada persona que se atendió, dónde estaba ubicada y en qué horario.

Las cartas serán por medios electrónicos en el celular de cada cliente o plastificadas para poder sanitizarlas. La desinfección será permanente y tendrá que haber alcohol en gel o al 70% disponible. El personal atenderá con barbijos y mascarillas de protección.

Tras varias reuniones, los tres sectores llegaron a un acuerdo para reactivar la actividad después de siete meses.

Sandra Morchesky, de Kingdom Bar & Lounge, contó a La Mañana que se estuvieron preparando para la reapertura haciendo hincapié en los protocolos, colocando sanitizantes dentro y fuera del local. Incluso reacondicionaron la vereda, que es donde podrán atender a los comensales.

“Vamos a atender por turnos y cuando unos clientes se van, desinfectamos sillas y mesas para recibir a los siguientes. Estamos muy felices (por reiniciar la actividad) porque fueron meses muy difíciles. Acá implementamos venta de panificados para poder subsistir”, comentó.

Por su parte, Matías Orozco, empresario gastronómico y miembro de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA), precisó a La Mañana que la reapertura tendrá una franja horaria de atención al público de seis horas, “empezará a las 19 y finalizará a la 1 de la mañana, sólo como prueba piloto de viernes, sábado y domingo”.

En cuanto al protocolo, coincidió en que “sólo se trabajará con reservas anticipadas a través de líneas de contactos, con turnos para organizar la desinfección de lugares y con un límite de 4 personas por mesa”, respetando la distancia social.

“La idea es trabajar con conciencia, cuidado y sobre todo, responsabilidad: es una tarea en conjunta con las autoridades, los empresarios del rubro y clientes, que también se deben adaptar a los nuevos hábitos para que en un futuro podamos avanzar y no sólo quedar en una prueba piloto”, reflexionó.