Daniel, junto a su esposa y un hijo de cuatro años, vive otra historia de penurias que se repite en la zona de Puerto Eva Perón, en el Chaco, donde muchos formoseños se ven obligados a acampar a la intemperie o en lugares improvisados en espera de un permiso que les autorice a ingresar a la provincia en medio de las restricciones sanitarias por la pandemia de coronavirus.
Todos llegaron desde Córdoba y quedaron varados en la localidad chaqueña del otro lado del puente sobre el río Bermejo, frente a Lucio V. Mansilla. Sólo reciben ayuda de vecinos que acercan agua o alguna mercadería. Al pueblo no los dejan ingresar para hacer compras.
En comunicación telefónica con La Mañana, Daniel contó que desde que llegaron de Córdoba se tuvieron que refugiar bajo los árboles a la vera de la ruta, pasando días y noches a la intemperie.
“No tenemos carpa. Estamos viviendo en el vehículo y al amparo de los árboles. Decidí volverme junto a mi esposa e hijo de 4 años porque me quedé sin trabajo en Córdoba. Allí me despidieron y no me quedó otra opción. Solicitamos los permisos hace cuatro meses para entrar y nunca recibimos una respuesta oficial del Gobierno”, relató el formoseño.
Contó que tiene al resto de su familia en la localidad de Mojón de Fierro, lugar de donde es oriundo y al cual regresaba todos los años para visitar a sus padres y hermanos.
“Necesitamos ingresar. Tenemos los pedidos gestionados. Sólo nos falta la autorización o turno. No podemos seguir viviendo a la intemperie, bajo de un árbol, sin la posibilidad de comprar algo para comer en el pueblo, y sólo con la ayuda solidaria de algunos vecinos que nos acercan agua o alguna mercadería”, manifestó Daniel.
Dijo que la Policía chaqueña “viene a cada rato a tratar de corrernos porque dice que al intendente no le gusta que estemos acá. Ya vinieron varias veces, pero yo me planté y les dije bien que no me pienso volver atrás, porque les conté que soy formoseño y que sólo quiero volver a mi casa en Formosa”.