Un vecino de la ciudad se dedica a vender frutas, verduras y plantas desde la “frutería móvil” que instaló en su jeep rojo del año 1973. Se trata de Balbino Giménez, oriundo de Laguna Naineck que ya se dedicaba a ofertar hortalizas en esa localidad, y que hace 16 años debió instalarse en Formosa Capital. En la actualidad, comercializa sus productos en la esquina de Fortín Yunká y Juan José Silva, en el Barrio Independencia.
Hace 16 años, la esposa del vendedor fue diagnosticada de cáncer, por lo cual debió mudarse con su familia a Formosa Capital para realizar el tratamiento de esa enfermedad; y en nuestra ciudad retomó la venta ambulante para poder mantener a su grupo familiar.
Giménez trabajó durante ocho años frente al predio de Gendarmería Nacional ubicado sobre la calle Julio A. Roca, entre Saavedra y España; y hoy oferta sus productos desde su jeep en el Bº Independencia.
“Tuve que vender lo que tenía en Naineck, para poder solucionar varios problemas. Lo perdí todo. Como no tengo otro oficio, y hace 45 años que me dedicaba a esta actividad, cuando me trasladé a Formosa, seguí haciendo lo que sé hacer y lo que quiero hacer, que es vender frutas y verduras”, explicó Giménez a este diario.
“En mi pueblo había un jeep, que era de un señor que trabajaba en la Municipalidad local. Siempre me gustaron este tipo de vehículos. Luego, tuve la oportunidad de conseguir este jeep, que hoy es mi guía. Gracias a este trabajo, puedo mantener a mi familia”, agregó.
“Gracias a Dios, hoy mi señora está bien. Con ella preparamos las plantas que vendemos. Pude conseguir una vivienda, en el Barrio 8 de Marzo; y tengo cuatro hijos, que ya son gente grande. Me suele acompañar un nieto de 15 años, que está en cuarto año de la Escuela Secundaria, porque tengo algunos problemas de visión. Puedo hacer un 20% de lo que hacía antes. Pero con la ayuda de mis hijos y de mis nietos, sigo trabajando”, relató.
“A mis nietos, siempre les digo que primero hay que aprender a trabajar, y luego ser profesional. Hay que hacer ‘de todo’ para poder hacer algunas monedas, y siempre tratamos de dar lo mejor”, acotó.
“Pude explicar mi situación al personal de Bromatología; y vienen desde albañiles hasta ministros a comprar lo que ofertamos. Tengo muchas cosas que agradecer a muchas personas, y a la vida. Soy bendecido por Dios y por la Virgen”, manifestó Balbino Giménez.