Reinventarse. Esa es la palabra que ganó terreno desde que la cuarentena llegó para instalarse hasta estos días en distintos sectores de la sociedad, con el objetivo de no perder protagonismo, aun cuando nunca será lo mismo que ser parte presencial de un partido cualquiera o simplemente un entrenamiento.
Quienes conforman el club de voley Tabaré están en esa lista de personas dispuestas a lograr el equilibrio como para “estirar” la situación hasta que sea necesario, e incluso hasta se muerden de bronca por no poder festejar como hubieran querido otro aniversario de la creación de la entidad, como sucedió ayer, toda vez que son conscientes del panorama que trajo aparejado el COVID-19.
“En cada aniversario nosotros, como comisión o club, compartíamos un almuerzo o una cena con todos los jugadores y las familias que conforman este club. Lastimosamente por esta pandemia no nos podemos reunir, pero sí estamos todos unidos con el corazón y muy felices por este nuevo aniversario del club”, señaló Doris Caballero, una de las referentes que tiene la entidad, en contacto con el programa Ovación Radio que se emite por FM VIVA 102.3.
Después de reconocer que “estamos viviendo un momento muy especial, que nos ha cambiado la vida en todos los ámbitos y aspectos”, remarcó que “tratamos siempre de seguir estando en contacto con los jugadores de todas las categorías, manteniéndonos siempre atentos a las necesidades de nuestra gente y también del club, porque si bien no estamos funcionando físicamente en este momento, cumplimos con las obligaciones que hemos asumido”.
Vale señalar que Tabaré es toda una institución dentro del voley formoseño y apostó al trabajo serio y responsable, con atención a pequeños de 7 años en adelante en sus categorías menores, donde también están incluidas las categorías Sub 13, Sub 14, Sub 16, Sub 18, Primera femenino y masculino, Mayores de 30 y Mayores de 35.
“Creo que formando desde el semillero, se aprende a querer al club, a defender sus colores y la camiseta”, remarcó Caballero, lo que da cuenta de una entidad muy familiar.
Fundado en 1961 por Luisa Benítez de Stay, en compañía de sus tres hijos (Miguel, Adriano y Antonio), aquellos que soñaron con un futuro siempre mejor pueden estar orgullosos de lo que representa el club dentro del deporte formoseño, ya que se logró mantener vigente la idea principal, con el deseo de que todos puedan volver a reunirse próximamente en una cancha, allí donde mejor se sienten.