Alberto Godoy tiene 53 años y es vendedor ambulante. Por el contexto de pandemia, no puede continuar trabajando; además, padece de graves problemas de salud en sus oídos y en su visión. Pide que se agilicen los trámites para que le realicen estudios en el Hospital de Alta Complejidad.
“Hace varios meses me derivaron desde el Hospital Interdistrital Nº 8 del Circuito Cinco al Hospital de Alta Complejidad para que me atendiera un especialista en Oftalmología. Tengo que realizarme un estudio que cuesta 49.000 pesos; aunque ahí será gratuito, la máquina no funciona”, dijo.
Salud que no puede esperar
Según Alberto, le pidieron que regresara a fines de octubre, pero advierte que su salud ya no puede esperar más tiempo y necesita recuperarse para volver a la actividad que realizó durante tantos años. “Esta cuarentena está muy difícil y yo no tengo nada: ni un sueldo o pensión y mucho menos una casa donde poder estar tranquilo”, comentó a este matutino.
Este trabajador, que por el momento para en la casa de su hermano, mencionó que en la vivienda habitan muchas personas.
“Hice varios papeles para recibir un módulo, pero no tuve respuesta. Pido a las autoridades que correspondan que brinden alguna ayuda porque no puedo seguir de esta manera”, concluyó.