A partir de la medianoche de este sábado, la empresa YPF volvió a aumentar el precio de sus combustibles en un 3,5% promedio a nivel nacional, con el objetivo de sostener la actividad de producción de la compañía teniendo en consideración las particularidades del contexto macroeconómico del país.

En lo concerniente a este tema, Gabriel Bornoroni, presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos de la República Argentina (Cecha), afirmó a La Mañana que podría haber otra actualización de valores finales antes de fin de año del 4%, debido a la necesidad de evitar que las petroleras sigan perdiendo dinero por la imposibilidad de incrementar los precios de sus naftas para cubrir sus costos de producción. “Se adelantó que la actualización debería llegar a un 12%, por lo cual se espera otra suba”, añadió.

“Represento a las 4.800 Estaciones de Servicio, y nosotros no ponemos el precio final de los combustibles. En los últimos tiempos, la empresa estatal marca el camino, que luego es seguido por las demás petroleras”, aclaró el empresario.

“Desde el 1 de diciembre de 2019 hasta el 19 de agosto de este año, los precios de las naftas no variaron. El mes pasado, la actualización fue del 4,5%. Ahora, hubo un aumento del 3,5%. Este incremento no se dio en igual proporción en todas las provincias. En el Área Metropolitana de Buenos Aires, la actualización fue de un 4,5%. Aun así, el AMBA tiene valores un 9% más económicos con respecto al resto del país”, explicó Bornoroni a este diario.

“Las autoridades de YPF dijeron que se necesitaba una actualización de los valores de los combustibles, y días después se conoció que la petrolera estatal presentó un balance con una pérdida de 850 millones de pesos. Si no se actualizan los valores, esa pérdida será mayor”, relató.

En otro orden, el referente empresarial se refirió a la situación crítica que atraviesan las Estaciones de Servicio de la Argentina. “Nuestras ventas cayeron un 90% al inicio de la pandemia. Luego, algunas actividades se normalizaron. Hoy tenemos una caída de entre el 35 y el 40% en las ventas a nivel nacional. Y el 75% de las Estaciones de Servicio del país están atravesando una crisis profunda y hacen esfuerzos para pagar a su personal. Esto en realidad les pasa a todas las pequeñas y medianas empresas, no sólo a los surtidores”, detalló.

“Ninguna PyME quiere cerrar ni despedir a su personal, que ya es parte de la familia. Menos aún en un contexto de pandemia. Desde el inicio de la cuarentena no hubo ningún cierre de Estación de Servicio y ningún despido. Pero estamos en crisis, y esperamos que la economía repunte en algún momento. No estamos dejando de ganar: estamos perdiendo dinero, con el riesgo que esto significa para las fuentes de trabajo”, agregó.

“No sabemos si todos los dueños de los surtidores están pagando sus impuestos, porque es difícil hacer frente a los tributos y a los demás costos con la caída actual en las ventas”, apuntó.

Por último, dijo que el sector espera que en octubre se puedan recuperar los niveles de comercialización existentes en febrero de este año, cuando se registró una caída interanual en las ventas de los surtidores que ascendía al 5%.