El supermercadista Ricardo “Pilo” Cáceres aseguró en el aire de La Mañana en Vivo que el efecto inflacionario a causa de la inestabilidad del dólar todavía no impactó en los precios de mercaderías que se venden en góndolas. Dijo que no hay problema de desabastecimiento de alimentos, aunque responsabilizó a las grandes fábricas de especular con los envíos. También indicó que el consumo en la ciudad bajó un 25%.
El propietario de la cadena de supermercados Cáceres reconoció que la inestabilidad del dólar y las restricciones para el mercado del ahorro en el país, indefectiblemente, tarde o temprano, tendrá sus consecuencias en los precios de los alimentos, principalmente por el grado de desconfianza e incertidumbre que genera en el mercado y también por las especulaciones que aparecen en las grandes marcas productivas.
“No saber o no tener un precio de referencia del dólar produce un efecto de desconfianza que va a la formación de precios por parte de aquellos sectores que fabrican alimentos para el mercado interno. El sistema de cambio con la moneda extranjera nos tiene confundidos, tanto que no se puede trabajar con previsibilidad. Ojalá que las medidas que se tomaron tengan un impacto positivo en la sociedad, pero los problemas nacen en aquellas grandes marcas que condicionan la distribución y también los valores de sus mercaderías”, explicó Cáceres en diálogo con La Mañana en Vivo por la 102.3.
Acerca del abastecimiento de productos para sus locales comerciales, señaló que hay faltantes de lácteos y fiambres de las primeras marcas, principalmente, porque las empresas prefieren distribuir en provincias cercanas a su centro productivo y evitar gastos en los fletes. “Muchas marcas guardan productos por especulación o directamente envían más caras. De igual manera, nos arreglamos con otros sustitutos que tienen la misma calidad alimentaria”, refirió.
En este terreno, el supermercadista local aseguró que el efecto inflacionario por la corrida cambiaria en el país todavía no llegó a impactar en los precios de alimentos en las góndolas. Asimismo, indicó que hay una retracción en el consumo del 25 a 30% en comparación al mismo periodo del año pasado, teniendo como condicionante esta vez, las restricciones y limitaciones de la pandemia. “Mucha gente está comprando lo necesario porque los sueldos están disminuidos”, agregó.