Un camionero paraguayo fue detenido por efectivos de Gendarmería con más de 10 kilos de cocaína, durante un procedimiento realizado ayer en la ciudad de Clorinda.

La droga incautada estaba distribuida en 10 paquetes y fue valuada en 17.644.630 millones de pesos.

Fue en horas de la mañana, cuando gendarmes del Escuadrón 16 estaban haciendo un control de vehículos sobre la ruta nacional 11, en las afueras de la ciudad, en inmediaciones al puesto “Fermín Rolón”. En esas circunstancias, detuvieron la marcha de un camión de cargas generales de los que transportan gas licuado que provenía de Paraguay y se dirigía a la ciudad de Santa Fe.

El control comenzó en forma rutinaria con la verificación de las documentaciones personales y los papeles de la unidad, pero cuando revisaron la cabina del chofer encontraron detrás de la butaca del conductor una baulera que llamó la atención a los uniformados. En presencia de testigos, abrieron el cofre y encontraron una campera que cubría íntegramente un bulto más grande tapado con una bolsa de plástico de color negro, la cual, a su vez, escondía diez paquetes rectangulares envueltos en globos de látex negro.

Antes de avanzar con la requisa, los gendarmes se comunicaron con el juez y fiscal federal de turno, los que autorizaron la apertura de los paquetes.

Siempre en presencia de testigos abrieron los “ladrillos” de droga que tenían estampados la figura de un delfín y advirtieron que era cocaína de máxima pureza.

Después, personal de Criminalística y Estudios Forenses realizó la prueba química y ratificó que se trataba de dicha droga de alta calidad, con un peso total de 10,332 kilos y valuado en 17.644.630 millones de pesos, según precisó el jefe de la Agrupación VI “Formosa”, comandante mayor Enzo Martín Duarte.

El camionero fue detenido en el acto y cuando hicieron la requisa personal hallaron entre sus calzados dos envoltorios de nylon con varios gramos de la misma droga.

El juez Federal de Formosa dispuso la apertura de una causa judicial y el secuestro del camión y de los paquetes de cocaína encontrados, siendo todo llevado a la sede del Escuadrón 16 de la segunda ciudad provincial.

Los misteriosos sellos en los paquetes

El fiscal Federal de turno, Luis Benítez, explicó a La Mañana que los misteriosos sellos que llevan impresos algunos paquetes de droga identifican el origen y la calidad del estupefaciente, la organización delictiva que la produce y el “territorio” por donde se mueve.

“Son los mismos delfines que tenían los ladrillos de cocaína secuestrados a la familia Bareiro en el resonante procedimiento que se hizo años atrás sobre la ruta 11, entre Formosa y Clorinda”, recordó el funcionario judicial.

El fiscal Benítez señaló que por la pandemia, los carteles de droga están buscando nuevas rutas y, en este nuevo escenario, meses atrás fueron interceptados dos camiones con 300 kilos de cocaína y luego otro transporte con 500 kilos de marihuana, en todos los casos pertenecientes a la misma empresa paraguaya dedicada a la exportación de carne congelada.

“Esta vez vinculamos a la causa judicial a la empresa jurídica, ya que es evidente que usaron a esta firma para cometer delito logrando de esta manera impunidad”, explicó.

Marcas y señales

El doctor Benítez comentó que las marcas sobre los envoltorios son sellos bajorrelieve pegados a veces sobre la propia cocaína o como stickers infantiles.

Estos logos que traen los paquetes de cocaína “importados” de manera clandestina desde los países productores, específicamente Colombia, Perú, Bolivia y México, dicen mucho más de lo que hasta ahora se sabe.

Explicó el fiscal que representan la marca de ese envío, el sello del clan narco que los fabrica o los embala o los mueve por el mundo, y comentó que hay varias formas y figuras que forman parte del sistema de identificación que han desarrollado las empresas narcos.

“Es la marca de la producción y generalmente remite al origen de la cocaína”, insistió Benítez, quien trajo a colación que hace tres años en la provincia de Salta incautaron 200 kilos de cocaína que se cree pertenecían al “Clan Castedo”, cuyo líder es Reinaldo “Delfín” Castedo, detenido un año antes de este procedimiento.

Roberto César, el hermano de ese jefe narco, dueño de tierras en ambos lados de la frontera, entre Salta y Bolivia, fue atrapado en enero de este año con 100 kilos de cocaína en la ruta 50 de esta provincia del NOA. La sustancia llevaba un sello elocuente para la familia: el delfín, el mismo logo que tenían los panes secuestrados ayer por Gendarmería sobre la ruta 11, a la salida de Clorinda.

Países como Bolivia y Colombia tienen sus propias bases de datos, que les permite seguir líneas de investigación. Un informe clasificado de la División de Inteligencia de la Fuerza Especial de la Lucha contra el Narcotráfico de Bolivia da cuenta de un listado de 586 logos, registrados entre 2008 y 2014.

“El secreto del negocio narco es el dominio del territorio. Las marcas de los panes de cocaína se sostienen en esa lógica. Definirse e identificarse entre los miles de kilos que se mueven en todo el mundo”, enfatizó el fiscal Benítez.

La diferencia entre productores y distribuidores también quedó clara en el famoso caso “Bobinas blancas”, por el cual se descubrieron casi dos toneladas de esta droga en Bahía Blanca y Mendoza: los 1.984 panes descubiertos entre los rollos de acero, atribuidos a un poderoso cartel de Michoacán, México, estaban distinguidos por colores y también por logos. Tenían ocho marcas: “2 pac”, un águila, un caballo, un pitbull, un buey y el conejo de Playboy, entre otros.