Al igual que lo hicieron dirigentes de otros deportes, los pescadores también buscan regresar al río, protocolo mediante, y ante la necesidad misma de mucha gente que depende de esta actividad, sin dejar de lado todo lo atinente a cuestiones que tengan que ver con la emergencia sanitaria en la provincia.

“Este es un momento de gran expectativa para ver si podemos conseguir la autorización para pescar, ya que es una actividad que normalmente se desarrolla en forma individual, aunque también vamos con amigos, en embarcaciones o hasta la costa”, comentó Jorge Otazo, titular de la FeDeFor, en contacto con el programa Ovación Radio que se emite por FM VIVA 102.3.

El dirigente señaló además que fue presentado un protocolo a las autoridades provinciales, donde “inclusive se les va a exigir una declaración jurada a cada uno de los que irán a pescar, con el fin de saber que no estén contagiados del COVID-19”, entre otros puntos a tener en cuenta.

De todas maneras, tanto él como quienes están a la espera de una respuesta, saben que deben aguardar y, sobre todo, respetar “lo que nos dicen las autoridades”.

Al mismo tiempo recordó que esta actividad, más allá de ser un deporte, “está comprendida por otras cosas, ya que el que va a pescar compra carnada, se provee de algunos víveres para ir a la costa o para disfrutar de un día de pesca con sus amigos”.

El dirigente incluyó en la lista a quienes “venden combustible y fundamentalmente a las casas de comercio que se dedican a la venta de los artículos de pesca, porque toda esa gente desde que se declaró la emergencia y el control sanitario, tiene poca o nula actividad y eso incluye mucha angustia”, remarcó.

Para quienes se dedican a la pesca, esto es una terapia y así lo dejó en claro más adelante. “El hecho de ir a la costa del río, estar con una caña, un hilo de mano, tirándolo, tenga o no la dicha de capturar un pez, representa una gran descarga a tierra y más en esta situación que estamos atravesando desde hace varios meses”.

Por lo pronto, vale señalar que en lo que va del año, son muchas las competencias que quedaron de lado ante esta situación, como ser por ejemplo a nivel regional, los torneos que se desarrollan en el Chaco como ser la pesca del dorado en la Isla del Cerrito, y una muy importante a nivel nacional como es la pesca del surubí.

“También teníamos los torneos a los que normalmente concurrimos por invitación de los clubes paraguayos, que son por diferentes aniversarios”, dijo el dirigente.

Igual suerte corrieron a nivel federativo las competencias de la Confederación Argentina de Pesca y Lanzamiento, como ser el Sudamericano a nivel clubes en Córdoba y todavía está en veremos el Nacional por Federación que debe disputarse en noviembre en Necochea, entre otros.

Por contrapartida, lo único que pudo llevarse a cabo antes de la pandemia fue, recordemos, la pesca de la corvina en la localidad de Herradura, que reunió a gran cantidad de participantes.

Paciencia, eso mismo que se necesita para ir en busca del pique, es por lo pronto lo que deben tener los pescadores, quienes confían en poder regresar, con toda la responsabilidad que eso requiere en este tiempo.