Hoy llegamos a sus manos con una nueva propuesta estética, con mirada al futuro: abierta a los desafíos, pero sin olvidar nuestra esencia.
El gallito nos recuerda de dónde venimos, nuestra trayectoria y el camino que construimos juntos; y el sol representado en sus plumas rojas, nuestro norte: una nueva oportunidad de comunicar día a día.
Lo diseñamos hace tiempo, pero lo teníamos cuidadosamente guardado en un cajón. Creíamos que aún no estaba terminado, que no era el momento o que algo le faltaba. Algo nos frenaba. En realidad, él estaba listo, nosotros no. Cambiar cuesta, es incómodo, nos arriesgamos a decir que duele. Nos tomamos nuestro tiempo.
Renovar nuestra imagen de los últimos 20 años implicaba abandonar un lugar en el que nos sentíamos en casa, seguros y amparados. Ciertamente, es dejar atrás algo muy querido, uno de los últimos recuerdos vivos de Enrique, nuestro director hasta su fallecimiento en 2011.
Entendimos que este cambio era necesario para seguir creciendo, y que en realidad ese es su verdadero legado. Quique era un innovador incansable, siempre estaba un paso adelante. Ese es el espíritu que nos mueve.
Hoy estamos listos para dar este paso y empezar a escribir un nuevo capítulo de La Mañana.
Queremos seguir comunicando, independientemente de los formatos, queremos que nos lean, que nos escuchen, que nos vean, que se emocionen y nos compartan. La información se renueva todo el tiempo, las historias siguen su curso y estamos acá para ser testigos de ellas, para que las conozcan y no las olviden; para darles voz a los que no son escuchados.
Para ello debemos renovarnos constantemente, mantenernos en forma, atentos, maleables y flexibles.
Por eso este domingo, en vísperas de nuestro 59º aniversario, una nueva mañana amanece para seguir contándoles la historia. Esperamos que la disfruten.
*En memoria de Enrique Read