El Gobierno consideró que la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) “será muy dura”, porque no aceptará “ninguna condicionalidad” del organismo para cerrar un nuevo programa que podría concretarse “a comienzos del año próximo”.
"No estamos en condiciones de aceptar ninguna condicionalidad del FMI. Le vamos a pedir que confíe en nosotros porque no podemos ajustar y porque sabemos que vamos a cumplir nuestras obligaciones", sostuvo el presidente Alberto Fernández esta mañana, a la radio FutuRock.
En la misma línea, el ministro de Economía, Martín Guzmán, dijo que “la relación con (la directora gerente del FMI) Kristalina Georgieva y todo el staff ha sido muy buena”, pero subrayó que “esto no quita que esta vaya a ser una negociación muy dura, compleja”.
"No podemos aceptar condicionalidades que nos exigen ajustes, pero sabemos que debemos cumplir con nuestras obligaciones”, sostuvo por su parte el Presidente, quien aseguró que Georgieva "lo entendió; es una mujer que tiene una mirada especial sobre la economía y creo que ellos no insistirán con el ajuste”.
“A Kristalina Georgieva le conté mi anécdota con (Horst) Köhler, director del Fondo en 2004, que nos pedía que privaticemos la banca pública, liberemos las tarifas y un superávit fiscal de tres puntos y que no tomemos la obra pública como inversión, sino como gasto”, recordó por su parte Fernández, quien remarcó: “Y yo me opuse a las tres cosas y le dije: `Le pido que nos deje hacer las cosas como nosotros decimos, y yo le garantizo que usted va a cobrar mucho antes´”.
El Presidente destacó que “dos años después le pagamos toda la deuda al Fondo y nos liberamos de las condicionalidades”, y aseguró que le contó esta historia a la actual titular del organismo varias veces “porque le estaba diciendo que la Argentina no está en condiciones de aceptar ninguna condicionalidad".
La Argentina presentará dentro de las próximas semanas la solicitud formal para comenzar a negociar un nuevo programa con el Fondo, que se limitará a "solucionar" el repago del préstamo anterior de la gestión macrista, que involucró desembolsos por U$ S 44.000 millones.
“Ahora hay una montaña de vencimientos entre septiembre de 2021 y 2024 a los que no podemos hacer frente en las condiciones que está Argentina”, afirmó Guzmán, quien puntualizó que “fue un crédito de tinte político, un apoyo manifestado en forma explícita al gobierno anterior, para que pueda ayudar a ganar las elecciones".
"Finalmente, la economía se desplomó y ahora nosotros buscamos resolver el problema”, agregó.