En tiempos en los que la pelota permanece guardada, si bien algunos tienen el visto bueno para poder hacerla correr un ratito en distintos lugares, las noticias de quienes supieron tratarla con cariño en su momento siempre están presentes aunque a veces no de la manera esperada.

El fin de semana se conoció el fallecimiento de Oscar Ángel Palavecino, el director técnico que supo hacerse de muchos amigos y otros no tanto en Formosa por su carisma y forma de ser, muy frontal y sin pelos en la lengua, lo que fue como una marca registrada, con todo el respeto que al mismo tiempo esa circunstancia generaba en el ambiente del fútbol, ahí donde mejor se sintió siempre y donde demostraba su calidad humana.

“Te fuiste de gira viejo. A la distancia por circunstancias de la vida, te fuiste a festejar en el alambrado de los eternos. Gracias por tanto, perdón por tan poco. Besos a la vieja”. Con esta declaración se despidió Carlos Alberto Palavecino de su padre, al confirmar lo sucedido durante la jornada del pasado sábado 8 de agosto.

“El Pala” había nacido en Sachayoj (Santiago del Estero, límite con el Chaco), pero comenzó a desempeñar su trayectoria deportiva en Las Breñas. “Con 14 años fui a trabajar en la cantera de piedras a 70 kilómetros de Las Breñas. Allá un señor me vio jugar y me llevó a Cooperativa donde también integré el Seleccionado de la Liga del Noroeste”, había dicho en un reportaje.

El “Pala” tuvo una carrera brillante, y se venía recuperando de la amputación de una de sus piernas por inconvenientes de circulación que había sufrido el mes pasado. Recientemente manifestó que se mostraba entusiasmado con la recuperación y que pondría todo de sí para “no fallarle a los amigos”.

Hace algunos días había viajado hacia la provincia de Corrientes para visitar a su hija, y en el transcurso de esta semana debió ser internado en una clínica de Charata por problemas respiratorios debido a las secuelas que el cigarrillo dejó en él. Más tarde su sistema inmunológico falló y su vida terminó apagándose.

Como futbolista jugó en Chaco For Ever, Independiente Rivadavia de Mendoza, Rosario Central, Platense, Liga Deportiva Universitaria de Quito (Ecuador), Instituto de Córdoba, Guaraní Antonio Franco y Unión de General Pinedo.

En tanto que como director técnico dirigió a Chaco For Ever que fue campeón del Nacional B 1.998/89, mientras que en Formosa dirigió a San Lorenzo, Sol de América, Fontana, Defensores de Formosa, 8 de Diciembre, Independiente de Fontana y 13 de Junio de Pirané, con el que logró el ascenso al Argentino A en 1999 en una recordada campaña.