La primera capilla de San Cayetano en el barrio La Floresta se mantiene en pie pese a su avanzado estado de abandono. Fue construida por los primeros pobladores de la zona en la década del `50. Sufrió sucesivas inundaciones y actos de vandalismos. La tradicional campana de bronce y la imagen del santo que llegó de Italia aún se conservan en el nuevo templo.
El predio de la precaria iglesia está ubicado por calle Moiraghi y la barrera de contención en el barrio La Floresta. Prácticamente sin techo y rodeada de malezas, conserva su fisonomía estructural que fue terminada en el año 1958. La imagen de San Cayetano para el nuevo templo llegó desde Florencia, Italia, a través de una donación sacerdotal.
El cronista de La Mañana en Vivo habló este viernes con Evaristo Bareiro, un vecino del barrio y también devoto del santo, con una rica historia religiosa y espiritual ligada a la capilla: "En este lugar hice mi primera comunión, la confirmación y también me casé; por lo tanto tiene un valor sentimental muy fuerte para mí y la familia. Lastimosamente hoy está abandonada y con muy pocas posibilidades de ser reconstruída, ya que con las obras de la barrera quedó en un pozo y es difícil levantarla", señaló.
En relación a la historia de la antigua capilla, mencionó que la primera palma dentro del terreno donde hoy está enclavado el templo, fue colocada en el año 1955 por esfuerzo de los primeros vecinos que habitaban en la zona. Tres años más tarde llegó la donación de la imagen del santo y con ella la finalización de obra con aportes de materiales más resistentes.
“Con el paso de los años y las décadas se fue deteriorando la capilla. Sufrió inundaciones y hasta arrebatos de chapas por parte de gente del barrio. Sólo la campana de bronce y la imagen se logró recuperar”, refirió Evaristo con cierta nostalgia