Ayer La Mañana dio a conocer la historia de Micaela, una joven madre que fue desalojada de un alquiler del barrio Guadalupe y que pasó cinco días a la intemperie con sus tres hijos menores de edad, durmiendo en un colchón y amparada por una carpa improvisada pegada a un garaje, en inmediaciones de las calles Corrientes y Trinidad González. Pese a que varios organismos estatales se interiorizaron por su problema habitacional, continúa a la espera de una solución. “Sólo los vecinos me ayudaron con mercaderías”, dijo.

En contacto con el cronista de La Mañana en Vivo, este viernes Micaela Torres denunció que tras la difusión de su caso, efectivos de la Policía la visitaron en un operativo que habría incluido amenazas: “Me dijeron que si no me iba del lugar, del barrio, me iban a meter presa y perdería a mis tres hijos. Que el Juzgado se iba a hacer cargo. Me patearon las chapas y se llevaron algunas cosas que tenía”, contó.

También, mencionó que funcionarios de la Defensoría del Pueblo de la Provincia y el Ministerio de la Comunidad se interiorizaron en su situación: “No me dieron soluciones. La Defensoría dijo que tengo que esperar un tiempo para una posible reubicación y que estos trámites no se resolvían de un día para otro. Sólo recibí ayuda de mercaderías y ropas de algunos vecinos del Guadalupe.

"Anoche me fui a la casa de mi madre a dormir con mis hijos. Pero no puedo seguir allí porque es un monoambiente en el tercer piso y no hay lugar. Mi deseo es conseguir un módulo o algún lugar transitorio. Quiero un techo para mis hijos y recuperar mis pertenencias que quedaron en el alquiler”, pidió.