El intendente del Parque Nacional Río Pilcomayo, Néstor Sucunza, confirmó a La Mañana que un incendio de gran magnitud en el corazón de la reserva provocó una destrucción forestal de al menos 3.000 hectáreas la semana pasada. Relacionó la causa del siniestro a ingresos de cazadores o cuatreros de la zona. Y estimó que la recuperación ambiental en los sectores quemados llevará muchos años.

La situación se inició ya el 27 de julio “con un foco importante que pudimos extinguir pero se dieron condiciones y se reavivó y también atendimos otros focos en otros sectores del Parque. Después, lamentablemente, como hay vecinos de estancias y campos vecinas que son buena gente pero que no llevan adelante la práctica del fuego que puede ser adecuada al manejo de pasturas, aplican la quema justo con viento Norte, con 40º de temperatura, y si bien después se arrepienten, queman el campo vecino, el otro campo y pasa al Parque Nacional y así tuvimos otra milonga en otro sentido”.

El incendio que arrancó el 1 de agosto “fue en el corazón del Parque. En el lugar encontramos huellas de vacas y de cuatreros y además seguramente cazadores, porque la línea entre cuatreros y cazadores furtivos es muy delgada. Los bandoleros son los que cortan alambrados, queman, cazan, cuatrerean la propiedad ajena”, recalcó.

En cuanto a la posible causa, Sucunza adelantó que la línea de investigación está orientada a cuatreros o cazadores furtivos que ingresan al parque para una actividad delictiva en horarios nocturnos. “Es muy difícil de controlar con los patrullajes y vigilancias. Pese a las recorridas de los guardaparques, continúan los ingresos”, dijo.

En el contexto de la histórica sequía que está sufriendo la provincia, el fuego de gran magnitud provocó serias consecuencias en el ambiente forestal y animal del parque: “Destruyó varios kilómetros de ancho y largo de la superficie, más unos dos metros de profundidad en la capa terrestre de donde se originó el foco”, agregó.

Recordó ademas que todo el Norte del país, incluida la provincia, viene padeciendo “una sequía que es atroz. Es histórica, nosotros tenemos registros de 30 años y si bien en el 2.000 hubo un período importante de sequía, esta vez se está extendiendo y es mucho más persistente”.

Visitas

En la entrevista radial, aclaró que por las restricciones de la cuarentena en el marco de la emergencia sanitaria por el covid-19, las instalaciones de la reserva se encuentran cerradas al público. Aunque, adelantó que se están realizando gestiones ante autoridades provinciales y municipales para diseñar un protocolo de actuación que permita, en un futuro, habilitar las visitas guiadas dentro del parque.

“Ya hay un protocolo en estudio que ingresó al comité epidemiológico de la provincia y se extendió hasta la municipalidad de Laguna Blanca. Se está viendo la posibilidad de reabrir el parque con visitas formativas y seguimientos conscientes sobre los cuidados a tener en cuenta para mantener los recaudos sanitarios. De todas maneras, es una proyección que estará sujeta a cómo evoluciona el cuadro epidemiológico en nuestro territorio”, consideró.