La Argentina y sus principales acreedores privados llegaron a un acuerdo con una oferta que tiene un valor nominal en torno de los U$ S54,8 dólares cada U$ S100 de deuda nominal.
En lo concerniente a este tema, Vanesa D’Elia, doctora en Economía por la Universidad del Centro de Estudios Macroeconómicos de Argentina (CEMA) y docente de esa casa de altos estudios, resaltó que la administración nacional haya logrado el convenio con los bonistas privados y evaluó que esta renegociación exitosa permitirá al país volver a acceder al crédito externo y conseguir que la emisión monetaria no sea la única fuente de recursos para impulsar la economía.
“Diversas medidas, como el relanzamiento del Programa ProCreAr, no se pueden sostener sólo con emisión monetaria. Llegar a este acuerdo era condición necesaria para intentar normalizar la economía”, aseveró.
Asimismo, la especialista mencionó que además de facilitar el acceso a otras fuentes de financiamiento en el corto plazo, el acuerdo con los acreedores privados significará un “ahorro importante” en cuanto a intereses, cercano a los U$ S30.000 millones, y permitirá “descomprimir” la demanda de dólares, otra cuestión que calificó como “fundamental” para la economía argentina.
También, la experta indicó que el acuerdo genera un contexto positivo para encarar la renegociación de la deuda contraída con el Fondo Monetario Internacional. “Se podrá ‘patear’ la deuda con el FMI. Pero el Fondo, a diferencia de lo que ocurre con los bonistas privados, sí va a solicitar las metas fiscales y monetarias de la Argentina, para saber cómo nuestro país va a lograr pagar su deuda. Sin embargo, tenemos un primer ‘oxígeno’ para sentarnos y plantear nuestras metas”, explicó D’Elia a La Mañana.
A continuación, la profesional consideró que las autoridades nacionales tienen que avanzar en “el armado de planes monetario, financiero y fiscal que sean consistentes en el tiempo, para poder empezar a ‘acomodar’ un poco la macroeconomía, que está tan afectada por la crisis, por la pandemia y por la no disponibilidad de recursos que viene sufriendo el país desde hace un tiempo”.
“Este acuerdo es una oportunidad sumamente importante para el país, y debe ser aprovechada. Si esta ocasión no es aprovechada, si la inflación sigue siendo alta y si la ‘brecha’ cambiaria continúa a un ritmo creciente, en realidad no habremos conseguido nada. Todo dependerá de cómo la Argentina haga las cosas en estos meses inmediatos”, agregó.
En otro orden, la economista dijo que otra de las cuestiones importantes que tiene este acuerdo es que los vencimientos más relevantes se darán a partir de 2030. “En el 2025 empieza a subir el peso de los vencimientos, pero desde el 2030 se da la mayor concentración de fechas de pago. Tenemos tiempo. Si no se logra construir un escenario de crecimiento sostenido y un equilibrio tanto en materia fiscal como en lo concerniente a las cuentas públicas, volveremos a entrar en un default y tendremos que renegociar deudas”, subrayó.
“Hoy, están sobrando dólares en el mundo. Las tasas de interés de los préstamos internacionales son muy bajas. Para la Argentina, como país emergente, es un momento que debe ser aprovechado. No hay que ‘dormirse en los laureles’. Es el ‘puntapié inicial’ para empezar a trabajar. Este no es el momento para estar tranquilos, sino para trabajar más que nunca”, manifestó Vanesa D’Elia.