Luego de más de 130 días de cuarentena y ante la incertidumbre que atraviesa el sector gastronómico acerca de la fecha en la cual se podría volver a habilitar el ingreso de clientes a los locales, “Café del Pueblo”, una cafetería céntrica de nuestra ciudad, cerró sus puertas de manera definitiva.

Al ser consultado sobre este tema, Matías Read, dueño del local gastronómico, detalló a La Mañana que la decisión se tomó de manera “conjunta” con las demás personas que forman parte de este emprendimiento familiar, y mencionó que si bien el negocio no elaboró un formato de entrega a domicilio que permitiese la subsistencia del local, la empresa generó un “Mercadito Online” con viandas y una línea de productos propios que incluyen mermeladas y dulce de leche, y que se comercializan a través de Facebook.

“Teníamos personas cansadas. La idea es ‘parar la pelota’ y tomarnos un tiempo para pensar, y ver la posibilidad de reconstruir, ‘mutar’ o decir que este tiempo sirvió para entender mucho mejor todo. Aguantamos hasta donde pudimos. Al principio, como sociedad, todos entendimos que las decisiones que se tomaron eran las correctas y que había que acompañar. Cuatro meses después, puedo y quiero discutir esas medidas, si se tiene en cuenta el éxito de decisiones tomadas en otras provincias”, explicó Read a este diario.

Asimismo, el empresario señaló que su emprendimiento acompañó la postura de otros empresarios del sector gastronómico de proponer la implementación de protocolos que permitan volver a recibir a los clientes.

“Entiendo que había formas de poder continuar en actividad. En particular, el Café se caracterizaba por poder recibir a personas. La atención y la construcción del lugar estuvieron pensadas desde ahí. Eso nos jugó en contra como comercio, porque no construimos un formato de delivery, que le permitiera a la gente seguir consumiendo. Desde ese punto de vista, puedo estar en tela de juicio como emprendedor”, remarcó.

“Hay personas que toman decisiones de forma deliberada y que generan este tipo de consecuencias. Desde este aspecto, estoy frustrado y enojado, porque uno construye un emprendimiento durante mucho tiempo y pone todo lo que uno tiene a disposición para otros, porque todos los servicios gastronómicos son para otras personas. Existe gente que hoy no entiende esto, o no lo quiere entender o ver”, agregó.

“Veníamos de un período en el cual los números tampoco eran exuberantes. Se hacía lo que se podía, y nos manteníamos. Vimos que en Corrientes entendieron, probaron y se arriesgaron. Tener un nivel extremo de cuarentena en una provincia sin circulación viral es deliberado”, expuso.

“Todos entendimos el contexto social, acompañamos la cuarentena y tomamos las medidas necesarias. Pero al sector gastronómico no se le dio ningún panorama. Para mí, desde el Gobierno y el Consejo de Atención Integral de la Emergencia COVID-19 se busca terminar de quebrar al empresario privado, pequeño y mediano. Ellos no asumen la culpa, porque consideran que están haciendo lo que se debe hacer. Esta es mi visión. Creo que el tiempo nos dio la razón”, opinó el empresario gastronómico.