Juan Demarchi, propietario de la cervecería artesanal “Tatané” en Formosa, lamentó la clausura de su local el último sábado por parte de Bromatología municipal. Cuestionó la manera que actuaron los inspectores. Pidió cordura y sentido común en los operativos de control. Y aclaró que la infracción a su negocio llegó por un pedido que retiró un cliente desde el mostrador.
“En este escenario de pandemia, donde todos estamos resignando parte de nuestro negocio, donde la mayoría sólo tratamos de sumar y ganar plata para pasar la crisis y mantener los puestos de trabajo, nos readaptamos a la modalidad delivery y el retiro de productos en mostrador, ofreciendo esta instancia a clientes con todas las medidas sanitarias y respetando los horarios nocturnos. Sin embargo, resulta que nos sancionan con la clausura porque un policía denunció a Bromatología esta supuesta irregularidad en la venta”, manifestó.
En este sentido, Demarchi pidió mayor cordura a los inspectores y sentido común en los procedimientos oficiales a comercios dedicados a la gastronomía en la ciudad: “Hace rato que venimos trabajando de esta manera en la cuarentena, porque sólo con el delivery no alcanza, satura la demanda y se producen demoras en los envíos. La gente pide por teléfono y pasa a retirar por el local manteniendo los recaudos sanitarios”, agregó.
Para el comerciante local, la clausura se dio de manera irregular y lo perjudicó en su negocio: “hay muchos cabos sueltos. Sólo pedimos que nos convoquen para unificar criterios. Sólo queremos trabajar y sumar, mantener los puestos laborales y pasar este momento crítico. Hace tres meses que se labura a pérdida y nos vienen a cerrar el local con un procedimiento irregular…cuando siempre le sumamos para la ciudad”, cerró.
Por último, Demarchi remarcó que con la paralización de la actividad gastronómica en bares y eventos por la cuarentena, el incipiente crecimiento de la industria artesanal relacionado a la cerveza en la provincia, se estancó en los últimos meses, tanto que en la actualidad sólo se está produciendo un 10% de las posibilidades.
“Pasamos en sólo 24 horas, de producir un montón de cerveza para el evento de San Patricio en la ciudad, a paralizar la fábrica y prácticamente no tener consumo”, sostuvo.