Un joven policía ofrece, el día 25 de cada mes, la merienda a los niños del barrio Namqom, donde vive, en conmemoración al Divino Niño.

Sergio Sánchez tiene 23 años y es oriundo de Subteniente Perín, pero vive en capital, donde hace cinco años se desempeña como agente en el Cuerpo de Guardia de Infantería de la Policía de la provincia, cuidando la seguridad de los edificios legislativo y gubernamental.

En comunicación con La Mañana, este efectivo de la policía provincial contó cómo inició desde 2018 esta acción solidaria que realiza de manera desinteresada, cuando notó las necesidades que había en su barrio.

“Con mi señora compramos un terreno en el Namqom y construimos nuestra casa. Vimos la necesidad del barrio y esto me tocó muchísimo; yo también pasé por muchas carencias cuando era chico y más que nadie entendía que vivían esos niños”, inició diciendo.

En ese momento, este joven junto a su señora Lucía Sosa, decidieron poner manos a la obra y preparar una merienda para unos cincuenta niños del barrio los 25 de cada mes, cuando se celebra el día del Divino Niño, de quien ambos son muy devotos.

Gratitud

“Comenzamos a pedir colaboraciones por redes sociales y la gente nos daba ropa, calzados y juguetes; que dividíamos en bolsitas para distribuir a los chicos que venían a la merienda”, expresó Sergio, quien recordó la sonrisa de cada chico que disfrutaba de su chocolate con pan de leche y llevaba su bolsita.

Sergio y Lucia recibieron a su primer bebé. “El Divino Niño nos bendijo con un hermoso varón, lo que impide que salgamos a buscar las donaciones como antes. Pero seguimos brindando la chocolatada, compramos todo lo necesario para la merienda y por la pandemia, salimos a recorrer el barrio para acercar a los niños que no pueden llegar a nuestro domicilio”, resaltó.

“Por la crisis sanitaria que vivimos, tomamos todas las medidas sanitarias que corresponden y la sonrisa de los chicos es algo que no tiene precio para nosotros”, concluyó.