Raúl de la Cruz Chaparro recordó ayer con nostalgia lo vivido en el partido inaugural del estadio de la Liga Formoseña de Fútbol hace 39 años, donde tuvo la oportunidad de anotar uno de los goles para la Selección formoseña que enfrentó a la de Argentina. “Casi no juego ese día”, contó, debido a una lesión sufrida días antes en Instituto de Córdoba, equipo del que formaba parte.

El clima frío y con llovizna, el marco del estadio, a reventar por donde se lo mire. No cabía un alfiler. En el campo de juego, figuras de renombre de una Selección argentina que se preparaba para el Mundial de España 82 y que, de acuerdo a lo que se supo muchos años después por palabras del propio director técnico de aquel equipo, que fue César Luis Menotti, encontró en su par de Formosa una buena prueba para sus propósitos.

¿Cómo terminó el partido? Fue 4 a 2 para los visitantes aunque el resultado era lo de menos, ya que lo más trascendente pasaba por mostrar en la región un estadio modelo para la época, aunque claro que el partido tuvo su atención minuto a minuto por parte de chicos y grandes que desde horas tempranas buscaron su lugar y ni querían dejarlo por miedo a que se lo saquen.

Entre los del equipo anfitrión dirigido por Francisco Solano Patiño estaban, entre otros, Roberto Argañaraz, Ricardo Chamorro, Rubén González, Rubén Almirón, Marcial Gómez, Agustín Borba y los hermanos Rolando y Raúl de la Cruz Chaparro, quien se sumó al equipo un par de días antes procedente de Córdoba, ya que por en ese tiempo jugaba en Instituto de esa provincia y ayer fue motivado a hacer memoria en una entrevista realizada en el programa Ovación Radio que se emite por FM Viva 102.3, donde contó pormenores de aquel momento.

“Para mí fue uno de los días más importantes de mi carrera como futbolista”, señaló de entrada como para no dejar duda lo que significó todo aquello, para agregar que resultó “un orgullo para todos los formoseños y más para nosotros”.

“Ese año estábamos jugando con Rolando en Instituto de Córdoba y nuestra llegada a Formosa lo gestionó Antonio Romero hijo, quien estaba estudiando allá; él decía eso, pero para mí que no”, añadió entre risas, sin olvidar que fue su padre, Antonio Romero, el precursor de toda aquella movida para que Formosa pueda tener su estadio de fútbol, al punto que tiempo después y como homenaje se resolvió que el mismo lleve su nombre.

Sorprendió después el propio “Tuti” Chaparro al confesar que “casi no juego ese partido ya que el domingo anterior -la inauguración fue un jueves- me tocó jugar contra San Lorenzo y terminé lesionado por un golpe atrás de una de mis rodillas y se me inflamó, pero yo quería venir igual y fue así que decidimos estar junto con Rolando a quienes nos convocaron y haber estado fue todo un orgullo”.

Chaparro destacó además que haber jugado nada menos que contra una Selección argentina plagada de figuras de renombre “fue una motivación importante”, sin olvidar que la misma venía de ser campeona en el Mundial de 1978 realizado en el país, a la que se agregaron jugadores que habían salido campeón en el Torneo Juvenil en Japón como Diego Maradona, Ramón Díaz, Juan Barbas, Gabriel Calderón, por citar algunos.

“Fue un día muy lindo por la gente más que nada; sabemos que el formoseño es un apasionado del fútbol y llenó el estadio sin importarle la lluvia y el frío de ese día”, recordó, para agregar que al margen de haber sido un partido amistoso “se jugó intensamente más allá de que el campo de juego estaba pesado y muy resbaladizo, pero la verdad que no nos achicamos y entramos sin ningún problema porque había muy buenos jugadores en la selección formoseña y a ellos nos agregamos nosotros”.

“Tuti” Chaparro fue autor de uno de los goles de aquel memorable partido al marcar de penal, y el restante lo hizo Ricardo Chamorro; mientras que para la Selección argentina sumaron Diego Maradona en dos ocasiones, Ramón Díaz y José Daniel Valencia.

Al igual que ayer, todo se desarrolló en el día de la Santa Patrona de Formosa, la Virgen del Carmen, y fueron más de 20.000 los espectadores testigos de un hecho trascendental para la historia del deporte provincial, que cada vez que llega julio se recuerda con mucha emoción como lo hizo en esta oportunidad Raúl de la Cruz Chaparro y seguramente en la intimidad cada uno de los que formaron parte de aquel elenco de los denominados “Zorros Azules”, a los que la familia futbolera recuerdan con cariño y bien merecido lo tienen.