Si bien se está en cuarentena, este tipo de hotelería ya está habilitado y las actividades escolares, aunque sean virtuales, tendrán su pausa. “Más que turismo, lo llamamos un cambio de aire”, comentó Patricia Arroyo, de Cabañas La Florencia
Aún en esta situación atípica, comenzaron las vacaciones de invierno y los estudiantes de todos los niveles tendrán su pausa en las actividades virtuales y las tareas. Con la hotelería ya habilitada, los complejos de cabañas ya están recibiendo reservas para un “cambio de aire” en Herradura, como eligió definir Patricia Arroyo, de La Florencia.
“No podemos llamarlo turismo realmente, pero la gente busca un cambio de aire y es un muy buen comienzo para la actividad”, dijo la empresaria a La Mañana, aunque reconoció que el movimiento es escaso.
Las reservas que se fueron recibiendo son por sólo una noche, como máximo dos, y mucha gente se pregunta si se necesita un permiso para una “escapada” a la villa turística en los días permitidos. “Las reservas se toman con mucha cautela porque es todo muy nuevo”, comentó.
Protocolo
El protocolo que se aplicará en estos casos es el mismo definido para los hoteles, aunque adaptado al tipo de alojamiento: a diferencia de un hotel común, que es un solo edificio compartido por muchas personas, las cabañas de La Florencia, por ejemplo, están separadas por 50 metros una de otra y mayormente, su ocupación es familiar.
A la entrada y en el predio habrá puntos de desinfección y en cada cabaña se dispondrá de un felpudo desinfectante. Para caminar por los lugares compartidos, que son al aire libre, los huéspedes deberán usar barbijo. También, al momento de la reserva se pide a las personas llevar un alcohol en gel para tener en todo momento.
La desinfección de las cabañas y de todo elemento con el que se pueda entrar en contacto es permanente y, como medida de prevención, el comedor-restaurante estará cerrado y no habrá servicio de desayuno, para evitar la aglomeración de personas y que compartan elementos. Por eso, tampoco estarán permitidas las visitas entre cabañas.
“Para nosotros es muy interesante comenzar a articular, ir empezando despacito porque es un avance que se habilite una actividad como esta. Por eso tomamos todos los recaudos”, concluyó Arroyo.