El médico infectólogo Julián Bibolini advirtió que si bien se espera para este año la prueba de la vacuna contra el coronavirus en la Argentina, las principales medidas preventivas como el distanciamiento social, el barbijo y el lavado frecuente de manos serán prácticas que quedarán “por muchos años”.
Durante la conferencia de prensa de este sábado se le preguntó si Formosa formará parte de las pruebas de la vacuna anunciada por dos farmacéuticas estadounidenses. El funcionario informó que se comenzarán en el Hospital Militar, en Buenos Aires, y brindó especificaciones sobre las características de esta prueba, haciendo notar que por su corto tiempo para el desarrollo, no hay un 100% de garantía de efectividad aún.
“En agosto, si la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) lo autoriza, se podría comenzar a utilizar esta vacuna como parte de un estudio mundial. Si da éxito, según la empresa farmacéutica, probablemente en diciembre se podrá tener las primeras dosis”, comentó.
Efectividad
Sin embargo, señaló que quedará mucho por investigar porque desarrollar una vacuna lleva varios meses. “Si estamos hablando de comenzar las pruebas en agosto y que esté lista en diciembre, es un tiempo más corto de lo habitual por la situación de emergencia. Uno tiene muchas expectativas, pero la población debe saber que (el tiempo breve de desarrollo) no garantiza que sean tan buenas como uno quisiera”, dijo.
“No quiero tirar todo para atrás, algo de esperanza hay que dar”, enfatizó Bibolini, pero advirtió que “no hay que ilusionarse 100%” con ello. “Es una herramienta más que probablemente se pueda utilizar para el futuro. Siempre van a quedar, igualmente, las medidas de distanciamiento social, el uso del barbijo y la higiene de manos, durante muchos años, más las vacunas a medida que aparezcan”, concluyó.