El licenciado en psicología Fabián Fariña, investigador y docente de la Universidad Nacional de Córdoba, cuestionó el posible regreso a clases bajo un protocolo de distanciamiento entre estudiantes y docentes. Aseguró que una escuela restrictiva traerá consecuencias en el desarrollo cognitivo de sus alumnos. Dijo que no sirve “recuperar el año lectivo” con aulas sin vínculos afectivos. Y advirtió: “Si quitamos la socialización, la educación no sirve de mucho”.
Mientras el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, afirmó este viernes que el regreso a clases presenciales está más cerca para aquellas provincias que ingresen a la fase 5 de la cuarentena, un investigador y docente formoseño, según su mirada profesional desde la psicología, cuestiona esta posibilidad: “Si las escuelas abren bajo un protocolo de distanciamiento entre sus estudiantes y docentes, la educación perderá eficacia. No es conveniente que el aprendizaje se dé en un ambiente que reduce la posibilidad de socializar o constituir vínculos afectivos”, afirmó
Para reforzar su argumento, Fariña expresó en el aire de La Mañana en Vivo que el psiquismo humano, en su etapa de formación primaria, se constituye a través de dos ejes fundamentales: el espacio y el tiempo; dos entidades que se relacionan con el cuerpo o lo físico de manera permanente en un periodo de maduración: “Por ejemplo, es prácticamente inaceptable quitarle al afecto físico y espontáneo que demuestran los chicos de la Primaria con su maestra; ellos necesitan demostrar corporalmente sus estados. De esta manera empiezan a producir significados en su estructura psíquica en desarrollo”, expresó.
En este sentido, el especialista advirtió que las escuelas perderán eficacia simbólica con aulas restrictivas y alumnos condicionados por la distancia y el contacto: “Estas condiciones traerán consecuencias, sin dudas, basta con sólo pensar qué nos hubiese pasado si en nuestra escuela tradicional no podíamos jugar con nuestros compañeros en el recreo, a la edad de la Primaria. El desarrollo psíquico está en peligro, es un potencial riesgo que se expone sólo para recuperar un año lectivo”, agregó
Por último, dejó en claro que no es conveniente un regreso a clases a través de un protocolo sanitario tan restrictivo dentro de las instituciones educativas. Dijo que un año no está perdido si los estudiantes no pueden memorizar fórmulas matemáticas o capitales de países por un periodo.
“Si abren las aulas con la imposibilidad de formar vínculos, con límites para socializar, entonces la educación no nos va servir de mucho. El aprendizaje se construye con a través del encuentro con el otro, no hacinados y separados por cuadritos de colores en el piso”, concluyó