El delantero formoseño Germán Estigarribia acaba de quedar libre en Instituto de Córdoba y, si bien tuvo chances de continuar su carrera en el fútbol chileno, optó por aceptar una propuesta de Barracas Central, aunque por ahora debe permanecer encerrado por la pandemia de coronavirus
Hasta que la pelota pueda volver a rodar, no queda otra que hacerse de paciencia y esperar el momento para volver a darse el gusto, lo que por cierto será con los cuidados sanitarios lógicos por la emergencia misma que se vive en ese sentido hace ya más de 100 días en el país.
A Germán Estigarribia la cuarentena lo agarró en Córdoba, donde hasta hace poco jugaba en Instituto, y si bien hace un mes y medio intentó venir a Formosa para estar junto a sus familiares, no pudo ingresar ya que no contaba con el permiso que se requiere para poder hacerlo y no le quedó otra que pegar la vuelta.
“Es algo de lo que no estaba enterado”, dijo en contacto con el programa Ovación Radio que se emite por FM VIVA 102.3, para agregar que “estamos en un momento bastante complicado, sobre todo quienes vivimos de esto y queremos estar entrenando constantemente ya que uno debe cuidarse en todo lo que tenga que ver con la parte física porque después cuesta, como es mi caso cuando no estoy en pleno desarrollo futbolístico”.
Para combatir en parte esa ansiedad, Estigarribia contó que “me anoté en un gimnasio con un preparador físico, así que estoy tratando de meterle y ver lo que puede llegar a pasar más adelante”.
En ese sentido, quien se define como un volante por izquierda que se caracteriza más por ser desequilibrante y no tanto de área, como también de “esos jugadores que se sacrifican más a la hora de defender que de atacar”, confirmó que tuvo la posibilidad de pasar al fútbol chileno pero que “con toda la situación que está pasando decidimos no tomar ese camino con mi representante y optamos por un club de Buenos Aires como es Barracas Central”, con el que estos días llegará definitivamente a un acuerdo.
En cuanto a su salida de Instituto, el jugador dijo que “era algo esperado ya que el club no estaba en un momento económico muy bueno y entonces se le complicaba no tener tantos ingresos”, pero que de todas maneras se fue “muy a gusto del club porque me dieron todo lo que necesitaba para poder desempeñarme y el trato que me dieron fue maravilloso”.
Su paso por la “Gloria” duró un año, toda vez que su salida fue una de las diez que se dieron en el club, lo que no hace más que ratificar sus dichos en cuanto a la floja situación por la que pasa su economía.
El último partido que jugó antes de la pandemia lo dejó con una lesión importante en una de sus rodillas. Distensión del ligamento interno y del cruzado posterior fue el diagnóstico, pero eso ya quedó atrás y por estos días busca no perder ritmo para cuando el fútbol pueda volver a ser parte de su agenda diaria, confiado en poder seguir demostrando lo que sabe con ora camiseta.