Medios nacionales informaron que el stock de endeudamiento de las familias argentinas creció un 4,6% en junio de 2020, impulsado por las deudas no bancarias, que aumentaron un 16,1%, por lo que casi nueve de cada diez familias terminaron el mes con compromisos de pago pendientes, según un informe elaborado por el Centro de Economía Regional y Experimental.

En este sentido, se detalló que la deuda total de las familias alcanzó los 1.905.119 millones de pesos y afectó a 11,9 millones de hogares, que equivalen al 86,5% de los hogares del país, unos 163.000 hogares menos que en mayo, aunque creció en 83.415 millones de pesos la deuda para quienes no pudieron cancelar sus pasivos.

Según el informe, si bien las deudas bancarias se redujeron un 1,6% en junio hasta los 1.168.217 millones de pesos a raíz de la caída en los créditos prendarios (-5,8%) y de tarjetas de crédito (-2%), la deuda no bancaria aumentó un 16,1% respecto de mayo y alcanzó los 736.902 millones de pesos, principalmente por el retraso en el pago de impuestos (+24%) y servicios (+15,5%).

En lo concerniente a este tema, el licenciado Mariano Gorodisch, periodista especializado en Finanzas y magíster en Dirección de Empresas, afirmó a La Mañana que para reducir los niveles de endeudamiento de diferentes sectores, hay que permitir que aquellas personas que aún no fueron habilitadas para retomar sus tareas puedan volver a trabajar, siguiendo aquellos protocolos sanitarios que sean necesarios, para así impulsar la actividad económica de manera paulatina.

Actividad económica

Asimismo, el experto advirtió sobre los efectos de las caídas de la actividad económica y de la recaudación. “Desde hace más de 108 días se prohíbe trabajar a diversos sectores. Sin embargo, el Gobierno nacional les exige a todos que sigan pagando todos los impuestos. Es algo ilógico. Parece que la gestión nacional estuviese empecinada en fundir a las empresas y a los comercios, y en hacer que el país quiebre”, agregó.

Para Mariano Gorodisch, el “error” de la administración nacional es no contar con una estrategia para salir del período de Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio, lo cual implica la continuidad de un elevado gasto público y de un excesivo nivel de emisión monetaria, que puede derivar en un mayor incremento del nivel de suba de precios.

“Si el Gobierno nacional sigue otorgando más subsidios, significa más emisión monetaria y una ‘hiperinflación’ que afectará principalmente a los pobres. La inflación es el ‘impuesto’ que se le cobra a quienes menos tienen, porque esos son los sectores más perjudicados por las subas de precios”, manifestó.