Ricardo y Tita viajaron a Buenos Aires por un trámite familiar y la cuarentena les postergó el viaje de regreso. Ingresaron a la provincia un mes después con un grupo de repatriados y quedaron alojados en el Juan Pablo II. A dos días de cumplir la cuarentena uno de ellos dio positivo de coronavirus, lo que alargó necesariamente su aislamiento. Hoy ya están felizmente en su hogar.
En contacto con La Mañana en Vivo, el matrimonio formoseño que estuvo cuatro meses fuera de su casa, contó cómo fue la experiencia de transitar varias instancias de emergencia antes de reencontrarse con sus hijos y nietos.
“El 14 de marzo viajamos a Buenos Aires para renovar un contrato de alquiler para mis hijas que estudian allá. Se decretó la cuarentena por la pandemia y perdimos el vuelo que teníamos de regreso. Después de varias semanas logramos acceder a un colectivo de repatriados e ingresamos a la provincia el 30 de mayo. Nos alojaron en el Juan Pablo II. Cuando nos faltaban dos días para salir de la cuarentena, se detectó el primer caso positivo en el predio y después fuimos cayendo otros más", relató Ricardo a La Mañana en Vivo.
"A través de un hisopado me confirmaron que estaba contagiado y me reubicaron en el Hospital Interdistrital Evita para la recuperación. Allí estuve 18 días en observación sin presentar ningún síntoma hasta que salí, finalmente, este sábado con el certificado de recuperado”, explicó.
Tita, su esposa, no se contagió y permaneció realizando una larga cuarentena preventiva en el Juan Pablo II, y acompañó a la distancia a su marido en el proceso de recuperación: “En total estuvimos más 35 días acá en Formosa, unidos a pesar de la distancia que debíamos tener. Fue un largo viaje que terminó de la mejor manera: con mis hijos y nietos recibiéndonos en nuestra casa después de sólo tener contacto por video llamadas”, dijo.
El sábado su familia los recibió con un cartel realizado con la colaboración de su pequeño nieto.
Ricardo reconoció que al enterarse de su resultado positivo, lo invadió el miedo y la angustia por las posibles consecuencias en su estado de salud.
“Ya me veía con los tubos para respirar, siendo que no tenía síntomas. Gracias a la familia pude superar este proceso. Ahora ya cuento con un certificado de alta y puedo hacer una vida normal, sin peligro de contagiar a nadie. Y si existe la posibilidad, no tendría problema en donar plasma para pacientes en recuperación o tratamiento”, agregó.
Agradecidos
“Hay que tomar conciencia del tiempo que estamos viviendo, es una pandemia, hay que escuchar la noticia oficial, sino nos desesperamos y escuchamos cualquier ruido”, opinó Tita.
“Doy gracias a dios que se haya focalizado en el Juan Pablo, que se haya detectado y no haya salido de ahí”, ahondó.
Por su lado Ricardo también resaltó los cuidados que recibió en el Hospital Interdistrital Evita, tanto el equipo de médicos como psicologos y enfermeros.
"Quiero agradecer a la gente del Juan Pablo donde yo estuve los 35 días, a todos, pero principalmente a la parte de seguridad que estaba a cargo, la cara visible era la oficial Arce y se portó muy bien con nosotros, estamos muy agradecidos”, sumó Tita.