Recuerdo aún mis años jóvenes, como alumno de la histórica Escuela Normal nº 1 de El Colorado, en plena dictadura de Videla, cuando el profe Mario Olmedo intentaba hacernos razonar sobre los fundamentos del sistema democrático, que aprendimos que el sistema no era perfecto, pero que sin embargo, era lo mejor que los humanos podíamos construir para convivir en forma organizada.
Explicaba Olmedo que la democracia implicaba reconocer que todos somos diferentes y diversos, fruto de nuestras raíces culturales, raciales e ideológicas también diversas. El Colorado se formó por la unión de cuatro raíces, los pueblos aborígenes, los criollos de la región Chaco-Corrientes, los paraguayos y los gringos europeos, sobre todo alemanes y ucranianos, pero también Búlgaros, Polacos, los yugoeslavos, etc.-
Para que esa diversidad conviva en armonía, y esa diversidad sea una riqueza por los matices que incorpora al colectivo; requiere de un sistema de “consensos”.-
El secreto es asumir la diversidad, pero priorizar el fin común, el bien colectivo, ante el cual lo individual cede.-
Por supuesto que existirán diferencias entre nosotros, y para resolverlos se acude a la matemática simple: se decide por mayoría.-
Aquellos que representan a esas mayorías escogidas según reglas claras y rígidas, gobiernan, las minorías controlan, pero deben aceptar las decisiones mayoritarias.-
El ex gobernador y actual diputado nacional por Mendoza, Cornejo, amenazo con la secesión de Mendoza.-
Esa provincia tan bella, con problemas por su aridez, y con un régimen de aguas modélico, quiere construir obras sobre un rio de aguas compartidas con otras provincias hermanas. Necesita el acuerdo de sus vecinos para hacerlo y no lo consigue. Y Nación le hizo recordar que no se puede cortar solo. Es como si Formosa tomara decisiones sobre el Bermejo sin acuerdo del Chaco. Las reglas legales son claras.-
En respuesta a esta observación lógica, legal y necesaria; amenazó con la independencia de Mendoza.-
Esto amerita varias observaciones.-
La primera es si representa el sentir del pueblo Mendocino al respecto, o es solo una bufonada personal.-
La segunda es que plantea una cuestión contra la integridad nacional que incluso roza lo delictual. Será consciente de la gravedad de lo que está planteando? Nos amenaza con una guerra civil similar a la guerra de secesión de los EEUU que acarreo más de 1 millón de muertos en el 1800?.-
La tercera me parece más profunda: como el gordito dueño de la pelota en nuestra infancia, que nos dejaba sin jugar si no obedecíamos sus caprichos; Cornejo parece ignorar esas simples reglas que nos enseño en nuestra adolescencia el profesor Olmedo.-
Y esto es doblemente grave por tratarse de un dirigente que fue gobernador de un estado provincial.-
La democracia exige disciplina y grandeza, saber aceptar las decisiones de las mayorías aunque no las compartamos; pero sobre todo exige ejemplos. No puede haber democracia sin demócratas.-
Tenemos derecho a exigir más conductas democráticas de los dirigentes que del ciudadano común.-
En esto el sistema necesita que lo reguemos y abonemos de modo permanente.
Si un dirigente de la representatividad de Cornejo manifiesta públicamente comportamientos que debilitan la democracia, que podemos esperar del común.-
Sobre todo porque el reclamo de Cornejo sobre el uso de las aguas de los ríos interprovinciales, tiene un mecanismo legal previsto por el sistema jurídico y no necesita de planteos de esta naturaleza para resolverse.-
Sería bueno recordarle a Cornejo que si no cree que la democracia sea el sistema de gobierno del estado que integra; tal vez debería renunciar a los cargos y honores que ese sistema le permitió y permite disfrutar.-
Que en momento de crisis social, económica y política, estas barbaridades no construyen, sino que debilitan los consensos sociales necesarios.-
Tal vez a Cornejo su profesor de secundaria olvidó enseñarle lo que a mi generación nos enseñó el profe Olmedo.-