Están hace un mes apostados al costado de la Ruta 11 a la espera de una autorización provincial para ingresar por Mansilla. No pierden la esperanza de recibir la convocatoria como sucedió ayer con un grupo de varados que fueron alojados en un centro de aislamiento de Formosa. Todos tienen una historia distinta, pero un objetivo en común: cruzar el límite interprovincial.

Son los rezagados, los formoseños varados que todavía esperan por sus permisos para entrar a la provincia y cumplir la cuarentena, antes de regresar con sus familiares.

La Mañana en Vivo habló con dos de los siete formoseños que siguen al costado de la Ruta Nacional 11 a la altura de la localidad chaqueña de Puerto Eva Perón, a metros del límite con Lucio V Mansilla. Ambos manifestaron que en los 30 días de “supervivencia”, no recibieron novedades de las autoridades provinciales ni notificaciones de por qué se les niega la posibilidad de entrar cuando tienen las autorizaciones gestionadas.

Luis León, oriundo de la localidad de Clorinda, contó que salió hace 8 meses de la provincia para buscar trabaja en San Cruz. Cambió su domicilio por pedido de la empresa poco antes de que se decrete la cuarentena. Como no logró la estabilidad laboral, se tuvo que volver sin haber levantado dinero como para mantenerse en el sur.

“El trabajo no prosperó y me volví. El 14 de junio llegué al límite con Mansilla con el permiso solicitado y resulta que no me dejaron pasar. Desde ese momento no tuvimos más novedades acerca de los motivos. Creemos, que pasaron todos menos los que no tenemos domicilios establecidos en la provincia, pero lo particular acá es que somos formoseños con familias radicadas. No nos pueden cerrar las puertas de nuestra casa”, enfatizó.

Mientras su esposa e hijas lo esperan en Clorinda, Luis lamentó estar pasando por esta situación cuando ya se podía haber arbitrado las condiciones para un ingreso masivo de todos los varados.

“Esto ya no da para más. La estamos pasando muy mal. Nadie está enfermo de covid-19, pero nos puede matar la pulmonía y la neumonía. Nos estamos refugiando a lado del fuego por las bajas temperaturas porque en las carpas y autos es imposible descansar”, agregó.

“Salí por un trámite y no pude volver a casa”

La historia de por qué Diego Andrés está varado en Puerto Eva Perón, es muy particular, inédita para el resto de sus compañeros de ruta: “Este jueves cumplo un mes de varado. 30 días que no puedo regresar para ver a mi familia que está en Pirané”, dijo.

Y agregó: “Soy chaqueño pero con certificado de domicilio en la provincia desde el año pasado, cuando decidimos con mi señora e hijas irnos a vivir a Pirané por cuestiones laborales. Allí abrimos un negocio para reforzar los ingresos que tenía de mecánico.

El 2 de junio salí hasta El Colorado para hacer un trámite de un vehículo, y cuando estaba en el arco de ingreso, la Policía me detuvo y me pidió el permiso de circulación. Como mi DNI era del Chaco, me expulsaron inmediatamente sin la posibilidad de explicarle mi situación. Es decir, salí por una hora de casa para hacer un trámite, y no pude volver más", comentó.