Los seres humanos somos seres sociales por naturaleza. Mediante esta condición, nos vamos desarrollando como personas a lo largo de nuestra vida.
Crecemos, maduramos y nos convertimos en personas más felices cuando vivimos integrados armónicamente, formando parte de una comunidad, sabiendo convivir, respetando las diferencias, siendo más tolerantes y colaborativos, manteniendo vínculos de calidad de reciprocidad y amor.
Dentro de un entorno social (comunidad), vamos cubriendo nuestras necesidades espirituales, emocionales, físicas, económicas, psicológicas, de seguridad, de supervivencia, de realización, de trascendencia, y ello nos aporta grandes beneficios.
Es esencial aprender a pensar y tomar decisiones desde un nosotros en lugar de un yo. Solo puedes llegar más rápido, pero acompañado puedes llegar más lejos y más seguro.
Considerando la vida emocional de los animales, diferentes estudios han demostrado que son capaces de experimentar profundos sentimientos y sentir una gran variedad de emociones, así como también desarrollar complejas relaciones sociales que involucran velar por sí mismos como por otros.
Estudios han demostrado que los animales son capaces de experimentar profundos sentimientos y sentir una gran variedad de emociones, como también desarrollar complejas relaciones sociales, que involucran velar tanto por sí mismos como por el otro.
Hay comportamientos que nos ofrecen una serie de lecciones sobre cómo vivir con otros y ser mejores cada día. Para ello, hoy te comparto el ejemplo del vuelo de gansos.
La próxima temporada, cuando veas los gansos emigrar dirigiéndose hacia un lugar más cálido para pasar el invierno, fíjate que lo hacen en esa forma de V.
Vuelan en forma de V corta, tal vez te interese saber el porqué lo hacen en esa forma. Lo hacen porque al batir sus alas, cada ave produce un movimiento en el aire que ayuda al ave que va volando detrás de él.
Volando en V, la bandada de gansos aumenta por lo menos un 71% más su poder de vuelo, en comparación con un ave que vuela solo.
Las personas que comparten una dirección común y tienen sentido de comunidad pueden llegar a cumplir sus objetivos más fáciles y rápidamente. Porque ayudándonos entre nosotros, los logros son mejores.
Cada vez que un ganso sale de la formación, siente inmediatamente la resistencia del aire, se da cuenta de la dificultad de hacerlo solo. Y rápidamente vuelve a la formación para beneficiarse del compañero que va adelante.
Si nos unimos y nos mantenemos junto a aquellos que van en nuestra misma dirección, el esfuerzo será menor, será más sencillo y más placentero alcanzar las metas.
Cuando el líder de los gansos se cansa, se pasa a uno de los lugares de atrás y otro ganso toma su lugar.
Las personas obtenemos mejores resultados si nos apoyamos en los momentos duros, si nos respetamos mutuamente y en todo momento compartimos los problemas y los trabajos más difíciles.
Los gansos que van atrás graznan para alentar a los que van adelante a mantener la velocidad.
Una palabra de aliento a tiempo ayuda, da fuerza, motiva, produce el mejor de los beneficios.
Finalmente, cuando un ganso se enferma o cae herido por un disparo, otros dos gansos salen de la formación, y lo siguen para apoyarlo y protegerlo.
Si nos mantenemos unos al lado del otro, apoyándonos y acompañándonos; si hacemos realidad el espíritu de equipo, si pese a las diferencias podemos conformar un grupo humano para afrontar todo tipo de situaciones…
Si entendemos el verdadero valor de la amistad, si somos conscientes del verdadero sentimiento de compartir, “la vida será más simple y el vuelo de los años más placentero”.
Cinco frases que nos enseñan los gansos:
- Hazte cargo, da el ejemplo y toma la delantera.
- Estimula, da aliento y sostén.
- No te rindas, no estás solo.
- Trabaja en equipo, confía, apóyate en los demás.
- No juzgues, no discrimines, respeta y valora a los demás.
Los gansos nos enseñan la importancia que tienen las personas que están a nuestro alrededor. Este es un hermoso mensaje para hacernos mejores personas.