En diálogo con La Mañana, el empresario Pablo Siddig, referente de Comerciantes Unidos de Formosa (CUF), comentó que numerosos locales comerciales del microcentro de la ciudad se encuentran vacíos, debido a que diversos comerciantes no pudieron acordar precios de alquileres que resulten accesibles y optaron por buscar inmuebles más económicos en barrios periféricos, para así poder continuar con sus actividades.
Por estos motivos, desde CUF se indicó que más de 30 negocios del microcentro debieron mudarse en los últimos dos meses, en un radio de cuatro manzanas. Asimismo, se apuntó que esta situación también se observa sobre las avenidas principales de las diversas urbanizaciones de Formosa capital, donde hay negocios que buscan lugares cercanos y más baratos.
De acuerdo a CUF, el costo mensual de alquilar un local comercial en el microcentro formoseño parte de los $ 40.000 y puede llegar a los $ 170.000 en el caso de la Peatonal Rivadavia, montos a los cuales hay que sumar el Impuesto al Valor Agregado, mientras que alquilar un inmueble para comercio en un barrio periférico se ubica en torno de los $ 8.000 y los $ 10.000, aunque en algunos casos puede llegar a los $ 15.000, importes a los que en ciertos casos también hay que sumar el IVA.
“Hubo ‘congelamiento’ de los precios de los alquileres de varios locales, y muchos dueños entendieron y bajaron sus valores. No obstante, varios comerciantes no pudieron negociar con los propietarios una baja en los precios. En el centro, los alquileres están muy caros, y hay comerciantes que están buscando alternativas diferentes en los alrededores del microcentro, y en los barrios periféricos. La mayoría de las Inmobiliarias apoyan a aquellas personas que alquilan, pero desde su rol de intermediarias. El tema es que existen desacuerdos con varios dueños”, relató el referente de CUF.
“En el caso de la zona abarcada por las esquinas de Rivadavia y España y de España y Moreno, existe una aglomeración de varios locales vacíos consecutivos, porque los dueños no quisieron negociar y bajar precios”, agregó.
En este marco, el comerciante planteó la necesidad de que exista una regulación por parte de la provincia, para poder ayudar a mantener precios acordes con la recaudación de cada comercio, y así evitar que grandes firmas comerciales se instalen en el microcentro y perjudiquen a negocios de Formosa.
“Si un dueño pide lo que se le ocurre, es probable que aparezca alguna empresa multinacional y lo pague. No podemos competir con Bancos, Casas de Cambio o empresas grandes. De ese modo, pueden venir grandes marcas de indumentaria, por ejemplo, y dejar sin espacio a los negocios locales. Eso nos quita trabajo a los formoseños. Queremos que por cada alquiler se pague un precio justo, acorde a lo que cada comerciante formoseño, de cualquier rubro, pueda pagar”, explicó Siddig a este diario.
Reapertura
En otro orden, Siddig mostró su beneplácito por la reapertura de comercios que se produjo gracias a las nuevas excepciones dispuestas por las autoridades provinciales en las últimas semanas.
“Los comerciantes ahora nos sentimos satisfechos. Sería bueno si en un tiempo se puede ‘flexibilizar’ el horario de atención, para que se pueda abrir en el horario matutino que teníamos de manera habitual. Pero ahora, podemos trabajar, mientras que colegas nuestros de Buenos Aires se encuentran en un estado crítico, y no pueden vender absolutamente nada”, opinó.
Por otra parte, Siddig, dueño de un conocido negocio de venta de indumentaria de nuestra ciudad, mencionó que el protocolo sanitario para locales de ese rubro incluye la colocación de un trapo de piso con agua y lavandina en la entrada de cada negocio, al igual que la disponibilidad de alcohol en gel a poca distancia de la puerta de ingreso.
También, cada negocio de venta de ropa debe disponer de un termómetro, y existe la obligación del uso de barbijo tanto para el personal como para cada cliente o clienta, al igual que la prohibición para cada cliente o clienta de tocar las prendas.
“Si alguna prenda llega a ser tocada, debe ser separada y permanecer fuera de contacto con los clientes durante 48 horas, para así garantizar que el virus deje de existir sobre esos productos”, puntualizó.
En paralelo, en cada negocio de venta de ropa debe haber un elemento, blindex o soga, que marque una distancia mínima de un metro y medio entre el mostrador y los clientes y clientas; y es obligatorio el uso de guantes por parte de los vendedores y vendedoras.
Sumado a esto, los niños y niñas, al igual que las personas mayores de 65 años, no pueden ingresar a los negocios de ropa; y se debe solicitar que otra persona ingrese al negocio a hacer la compra en lugar de quienes no puedan entrar al local. Cada comercio que incumpla esta norma deberá pagar una multa. “No es una decisión de cada comerciante. Debemos atenernos a las normas dispuestas por las autoridades”, añadió.
A continuación, el comerciante valoró que durante mayo, los Bancos Nación y Formosa comenzaron a dar créditos a aquellos emprendedores que son clientes de esas entidades. “Estas cuestiones nos ayudan a sobrevivir. No a ganar, porque ya perdimos mucho, pero sí a mantenernos”, destacó.
Asimismo, desde CUF se espera que la reciente visita del presidente Alberto Fernández a Formosa y su aval al gobernador Gildo Insfrán se traduzcan en un mayor apoyo a la Provincia y una salida más rápida de la crisis actual; y ratificó que aquellos negocios adheridos a CUF apuestan a seguir trabajando, con el cumplimiento del protocolo sanitario establecido.