Desde que se inició la cuarentena a mediado de marzo y se suspendió el servicio de media y larga distancia en el transporte público de pasajeros, la actividad comercial en la terminal de ómnibus de Formosa se paralizó por completo. La gran mayoría de los locales cerraron sus puertas ante la falta de pasajeros. Un vendedor del lugar habló con La Mañana en Vivo y mencionó por qué tiene pensado abandonar o trasladar la actividad a causa de la crisis.

Walter, encargado de un local comercial en una de las galerías de la terminal de ómnibus de Formosa, aseguró que por las condiciones adversas que está transitando junto a su familia por las bajas ventas, está pensando en trasladar el negocio o directamente abandonar la actividad por falta de presupuesto.

“Todavía nos solventamos con algunos ahorros que logramos en el tiempo previo a la pandemia. Pero a medida que se alarga la cuarentena, la incertidumbre es mayor porque no sabemos cómo terminará todo. Dicen que el transporte recién se normalizará para octubre, mientras tantos no podremos facturar porque una terminal sin colectivo, es un lugar muerto; sin movimiento”, indicó.

Con su rubro de regalaría y artesanía, Walter señaló que el modo delivery no resultó para el negocio durante la cuarentena: “Publicamos nuestros productos en las redes pero la venta no aumentó. Sólo nos queda ahora rever si nos trasladamos a otro lugar o definitivamente abandonamos la actividad. Es un comercio familiar con más de 30 años en la terminal”, agregó.

Haciendo una cuenta rápida, Walter indicó que por mes tiene un costo fijo de 60 mil pesos para mantener el local dentro del complejo: “Sólo de alquiler estoy pagando 25.500 pesos y de tarifa de luz 14.000. A esto se le suman los impuestos, monotributos, Renta y servicios adicionales. De no recibir una ayuda económica o al menos modo de pago más flexible, la actividad será insostenible”, concluyó.