En plena calle Deán Funes, casi José María Uriburu, una chapa que hace las veces de cerramiento perimetral de un terreno baldío sobresale hacia la vereda y constituye una amenaza para la circulación peatonal.
Desde hace años que tanto vecinos como ocasionales transeúntes denuncian desde la falta de mantenimiento del predio, hasta la posible utilización del espacio como “aguantadero” durante la noche.
En esta oportunidad, lectores se comunicaron con La Mañana para advertir el peligro que genera el desprendimiento de ambos extremos de una chapa de zinc que sobresale hacia la senda peatonal.
“Sería bueno que la Municipalidad atienda esta situación para evitar accidentes en la vía pública. En diferentes sectores de la ciudad, hay falencias que deben ser denunciadas para reducir las probabilidades de accidentes que pongan en riesgo a la gente”, expresaron.
Además de la intervención de la Comuna para solucionar el inconveniente y ganar en la seguridad urbana, solicitaron a las autoridades que se cumplan con las sanciones previstas en las ordenanzas hacia quienes no mantienen en condiciones sus predios baldíos.