Con vasta experiencia en el voley nacional, Javier Vega pega el salto de calidad tras una gran campaña individual con Puerto San Martín en la última Liga Argentina -fue uno de los mejores cinco atacantes- y la próxima temporada estará jugando en el Viejo Continente.

Portugal será el país donde el formoseño tratará de dejar su marca, en un equipo que no pudo dar a conocer el nombre, pero que se sabe es de la Primera División. “No puedo decirlo hasta que no me presente el club, tengo que respetar eso. Pero está en la isla San Miguel (es la mayor del archipiélago de las Azores), prácticamente en el medio del océano”, comentó Vega en Ovación Radio.

El opuesto de 29 años manifestó que esto “es por lo que estuve trabajando, tuve una oferta en diciembre en el mercado de invierno de allá. Iba bastante encaminado y a último momento se cayó, me quedó un bajón porque era una oportunidad que quería aprovechar, se dio así y seguí enfocándome para tener otra chance”.

“Volví a retomar contacto con este agente y me hizo saber que había una propuesta un poco más fuerte y concreta. Me mantuvo al tanto, hasta que se dio. Arreglé justo el día de mi cumpleaños, fue un lindo regalo, el entrenador dio el okey y recibí el contrato. Estoy feliz por la oportunidad que se me dio, ahora queda solamente entrenarse y jugar”, detalló el ex–San Martín en la ex– Liga A2.

Consultado por el momento en que le llega esta chance, Vega dijo: “Creo que un momento justo de madurez. No sé si dentro de un par de años era probable que me salga una propuesta así, primero y principalmente por la edad, pero me encuentro en un punto donde no soy el mismo jugador de antes cuando era más agresivo. Ahora soy más criterioso, tengo más experiencia. Uno vive lo que uno jugó y en base a eso por ahí cambia o tiene más recursos en su estilo de juego, creo que eso me jugó a favor”.

Vega sabe que tendrá que ganarse un lugar en su nuevo equipo. En ese sentido, remarcó que su entrenador le comunicó que “no soy el opuesto ideal que va a Europa a atacar todas las pelotas sino a jugar con la cabeza, independientemente de la altura, que no es poco. No soy muy alto para la posición, pero le gustó mi estilo y eso hizo que se decida por mí”, pero al mismo tiempo “confía en sus posibilidades y lo que pueda hacer para ayudar a sus compañeros tanto fuera como dentro de la cancha.

A la espera de poder viajar para sumarse al plantel, el opuesto formoseño aclaró que no tiene ansiedad sino que siente “alivio” y “tranquilidad” ya que tiene tiempo para prepararse. “Allá el coronavirus lo están controlando de a poco y no creen que tengan problemas al iniciar las actividades deportivas, estamos sujetos a cómo vaya la situación allá”, indicó.

Por otra parte, Vega analizó la Liga que hizo con PSM, donde el club logró apenas una victoria en 20 presentaciones: “No fue como queríamos, yo trataba de concientizar a los chicos de que por ahí, por nuestras capacidades y condiciones, no íbamos a ganar muchos partidos; más que nada era para que nos sirva a cada uno”.

“Tuvimos dos bajas importantes que fueron por lesiones graves. Eso hizo que el equipo un poco se desarmara y tuviéramos que salir al mercado a buscar jugadores que no tenían mucho ruedo o de menor nivel. Hubo que complementarnos así y los resultados no se dieron, pero trataba de hacer que los chicos crean en ellos y mejoren”, detalló.

Sin embargo, en el plano individual la cosa fue distinta para Vega: “Desde un principio, cuando arreglé con Puerto, me planteé el desafío de ser uno de los protagonistas del equipo y tratar de destacarme en mi rubro y tener buenos números en ataque. Sabía que iba a llevar bastante protagonismo por el hecho de que el equipo no tenía muchos atacantes y eso justamente llevó a que yo tuviera un gran caudal de pelotas en ataque y fue todo un reto, aproveché la oportunidad y estoy agradecido al club porque creo que eso es lo que brinda, la posibilidad a los chicos de vidriera y los más grandes de reinsertarnos en el máximo nivel”.