El licenciado Alejandro Pegoraro, fundador y director de la Consultora Política e Institucional “Politikon Chaco”, detalló a La Mañana que si bien resulta “muy difícil” hacer pronósticos ante un escenario “que no está claro”, estimó que la tasa de inflación correspondiente a abril, que será anunciada este mes por el Instituto Nacional de Estadística y Censos, se ubicaría entre el 2 y el 3% a nivel nacional.

Además, advirtió que si bien se espera una “desaceleración” con respecto a marzo, el nivel de inflación resultará “difícil de prever” en los próximos meses, debido a la disparidad en el nivel de efectividad de los programas de control de precios en el plano nacional.

En este sentido, afirmó que uno de los motivos de que el NEA tenga los crecimientos más altos de precios se relaciona con que la mayoría de los beneficios de los programas de control de precios se centran en los grandes centros urbanos, y no llegan al Nordeste argentino en su totalidad.

“Las medidas tomadas por el Gobierno nacional tienen mayor impacto en la Capital Federal y en el Gran Buenos Aires. Los precios de referencia son establecidos a partir del Área Metropolitana de Buenos Aires, y al NEA no llegan todos los productos ni todos los precios incluidos en los programas nacionales”, explicó Pegoraro a este diario.

Asimismo, evaluó que en aquellas provincias alejadas de Buenos Aires, los controles de precios son menos estrictos, y que la “presión social” para efectuar esas verificaciones es menos fuerte.

Por otra parte, no descartó que en algún momento se vuelvan a observar faltantes de algunos productos esenciales. “Si a aquel comerciante que debe vender un producto a un determinado precio para poder tener rentabilidad se le pone un tope, el dueño del negocio preferirá no vender ese artículo, lo cual puede derivar en un desabastecimiento”, apuntó.

Por último, Alejandro Pegoraro dijo que los “mercados paralelos” de venta de alcohol en gel y de otras mercaderías terminan captando la demanda de diferentes artículos que escasean en aquellos negocios que deberían tener stock de diversos productos de limpieza e higiene personal. “Esto repercute en la actividad diaria, y no es reflejado por las estadísticas oficiales”, añadió.

Piden reactivar la labor de PyMEs no exceptuadas

En otro orden, Alejandro Pegoraro comentó que se requiere un plan de reactivación de la actividad de diferentes pequeñas y medianas empresas no exceptuadas de la cuarentena, teniendo en cuenta que de acuerdo a una encuesta de la Fundación Observatorio Pyme (FOP), sólo el 16% de las PyMEs argentinas podrán pagar los salarios de abril y los gastos fijos sin ayuda del Gobierno nacional, y un 25% de esas compañías “no podrá cubrir los gastos de abril, ni siquiera con asistencia estatal”.

Seguidamente, el licenciado dijo que existen 415.000 puestos de trabajo en riesgo, en el caso de que aquellas empresas que requieren financiamiento no puedan obtener el capital que necesitan para seguir funcionando. Por otro lado, expuso que a nivel nacional, unas 35.000 empresas, que abarcan a unos 190 mil trabajadores, “piensan seriamente en cerrar sus puertas”.

En esta línea, Pegoraro puntualizó que existen numerosas pequeñas y medianas empresas que “necesitan la ‘flexibilización’”, abarcando el 73% de las PyMEs de la construcción y el 65% de los comercios de la Argentina.