Por Washington

Es ampliamente conocida y estudiada la fijación que el pintor francés Edgar Degas tenía por la danza, en especial por las bailarinas. Tanto así que asistía de forma recurrente a los bastidores de la Ópera de París y a las salas de ensayo, convirtiéndolas en el leitmotiv de casi toda su obra.
En su libro “Degas. Danza y dibujo”, el poeta simbolista Paul Valéry sintetiza esta pasión del pintor impresionista por la danza en una frase: “De la danza nace toda una plástica: del placer de danzar se desprende el placer de ver danzar”. Además, refiere una experiencia peculiar en cuanto a su experiencia con la danza como espectador: “La más libre, la más flexible, la más voluptuosa de las danzas posibles la descubrí en una pantalla en donde aparecían unas medusas de gran tamaño: no eran mujeres y no bailaban (…) Allí, en la plenitud incompresible del agua, que parece no oponerles resistencia alguna, esos seres disponen de un ideal de movilidad y allí aflojan y recogen su radiante simetría. No cuentan con suelo alguno ni con nada sólido esas bailarinas absolutas; no hay tablas de escenario; pero sí un medio donde apoyarse en todos los puntos, que ceden en la dirección que deseen. Nada sólido tampoco en sus cuerpos de cristal elástico, nada de huesos, nada de articulaciones, ni de uniones invariables, ni de segmentos que puedan contarse”. Daba por sentado de esta manera la naturaleza inquietante de la danza, que -como todo quehacer artístico- trasciende a quienes que la practican.
Como todos los años, este 29 de abril se conmemoró el Día Internacional de la Danza. En esta ocasión, con un contexto particular en cuanto a la situación de aislamiento que la humanidad atraviesa por la pandemia. En este contexto, el Movimiento Federal de Danza, que surge de la última Asamblea Federal de Danza en noviembre pasado, puso sobre tablas la visibilización del sector y la profunda precarización en la que desarrollan su labor. #29A - Danza es Trabajo es la consigna que inundó las redes para acompañar la lucha de los trabajadores de la danza, que dieron a conocer su Declaración en un documento que enumera las problemáticas que enfrentan como trabajadores culturales, interpelando a la acción concreta del Estado en todas sus jurisdicciones. En este sentido, convocando a todas las regiones del país, el MFD expuso los temas más acuciantes del colectivo a través de una convocatoria virtual, con transmisiones en vivo por medio de diferentes plataformas.
Natalia Carabajal, en representación del Movimiento Formoseño de Danza, dialogó con Cronopio y dio cuenta de cómo se traducen estas problemáticas también al contexto local. Asegura que “es de suma importancia reconocernos como trabajadores y formar parte del Registro,
tanto nacional como provincial. Esta herramienta es necesaria para establecer políticas públicas para la danza en todo el país que contemplen la singularidad de cada región”.
Más allá de las definiciones artísticas de poetas y pintores, se trata de una actividad que supone mucho trabajo y preparación, horas de ensayo y un enorme sacrificio por parte de quien danza, “se recobra, se estremece y se expande en su espacio, y se eleva como un montgolfier hasta la región luminosa prohibida donde imperan el astro y el aire mortal”, como las medusas en trance de las que Valéry alguna vez fue testigo.

Danza es Trabajo

# ¿Ante qué necesidades del sector se decide crear el Movimiento Federal de Danza y de qué manera aportó este nucleamiento a partir de la Asamblea Federal?
- “Nace de la necesidad de visibilizar ante el Estado, en cualquiera de sus jurisdicciones, la situación de fragilidad del sector y difundir el Registro Nacional de Trabajadores/as de la Danza para obtener una estadística que permita conocer cuántos somos, quiénes somos, qué hacemos, cómo lo hacemos y dónde. Aportó en trabajar mancomunada y colectivamente para lograr nuestra Ley Nacional de Danza, que permita políticas de fomento a través del Instituto Nacional de Danza, entender la importancia, como colectivo de trabajadores, de tener una institución gremial y aunar criterios, estrategias y organización para construir un Sector de la Danza con capacidad de visibilizar y cristalizar los derechos que son imprescindibles e inalienables en todo colectivo de trabajadores/as”.

# ¿De qué hablamos cuando hablamos de precariedad y precarización en el sector?
- “Hablamos de que los trabajadores de la danza no contamos hoy con una institución gremial que nos defienda como tales, la actividad no es respetada como un trabajo, no existen políticas de fomento para que pueda ser atendida como corresponde. Es necesario entonces visibilizar la situación del sector, que ha sido muy afectado como consecuencia de la pandemia, ya que la mayoría de los/as artistas y/o gestores culturales, talleristas, docentes, intérpretes, coreógrafos/as, propietarios de salas y espacios independientes (alquiladas o no) son trabajadores/as independientes que desarrollan su actividad profesional en condiciones de informalidad. Así también, establecer políticas públicas para la danza en todo el país que contemplen la singularidad de cada región”.

# ¿Qué tanto más y de qué manera se profundizó esta problemática a partir de la pandemia y el aislamiento?
- “El contexto de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio agravó la situación de los trabajadores de la danza, en su mayoría independientes. Algunas actividades se pueden dar de forma on-line, pero sigue siendo insuficiente y no abarca a todas, ya que los trabajadores de la danza incluyen una gran gama de haceres (no sólo la enseñanza): intérpretes, coreógrafos, docentes, investigadores, videoarte, videodanza, etc”.

# ¿Cómo sortean los trabajadores del sector las dificultades ante la imposibilidad de dar clases presenciales?
- “Algunos tuvieron la posibilidad de acceder al Ingreso Familiar de Emergencia o subsidios otorgados por el Ministerio de Cultura de Nación, pero no todos. Eso significa que hoy en día están sin trabajo y sin ingresos, o éstos se vieron altamente reducidos”.

# ¿Qué balance pueden hacer de la programación virtual del Día de la Danza, a partir de la consigna “29A - #Danza es Trabajo”?
- “Todavía no se realizó una reunión ‘post 29A’ entre los comunicadores de cada región y provincia, pero a la vista quedó la gran cantidad de trabajadores de la danza que componen nuestro país, los cuales nos unimos de forma completamente federal llenando las redes de Danza, visibilizando al sector ante la sociedad y exponiendo nuestras necesidades”.

# A nivel local, ¿qué demandas en particular le vienen haciendo al Estado en relación con la visibilización e importancia de su campo artístico?
- “El 15 de febrero tuvimos nuestra primera Asamblea Provincial de Danza. En ella debatimos sobre la situación actual de los trabajadores de cada departamento provincial. Íbamos a empezar a reunirnos con autoridades, justo cuando se iniciaron las acciones contra la pandemia. Esperamos reiniciar el diálogo cuando todo vuelva a la normalidad. Es necesario contar con un área específica para el sector, políticas públicas que acompañen al fomento, la promoción y difusión de la actividad, además de crear circuitos laborales que cubran la demanda de trabajo”.

# ¿Cuál es el curso del proyecto de una ley nacional de danza, que ya tiene unos 10 años de idas y vueltas por parte de las autoridades?
- “El pasado 12 de noviembre se entregó el proyecto de ley al diputado nacional Daniel Filmus, con el cambio en el Gobierno. Actualmente está en manos de la diputada nacional Mara Brawer. Este año se hubiera iniciado su tratativa en la Comisión de Cultura. Estamos a la espera de que eso suceda cuando finalice el contexto de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio”.