Mientras Theo duerme y suena “Él mato a un policía motorizado”, leo poemas sueltos de Palo Pandolfo, Alejandra Pizarnik, un poco de todo, todo desordenado, un caos, como para todos. Supongo que esta cuarentena nos puso patas para arriba y tenemos tiempo de galopar hacia el interior para habitarnos, hurgando en el incesante estar. En eso resuenan los poemas de ella, que como un latir sin cesar, nos llevan a lo profundo de una oscuridad amable.
Ella es Gina Guilio, poeta, cineasta y mamá de Nina. Y su poesía nos invita a recorrer parajes por momentos oscuros y otras veces se urden tramas de colores con el ritmo y la sonoridad única, una poesía que nos atraviesa hasta las entrañas.
Ella teje sus poemas como un mapa que viaja a veces por lugares cálidos, dándonos un ápice de luz, de amor, de reconciliación con la soledad que la habita.
Cada poema es un puente sin final, un espejo cruzado en donde el lector ya ni siquiera puede verse, sólo queda el poema tendido ahí, latiendo, un poema beat, un poema que acaso revela revolución en nuestro interior. ¿Acaso un poema no revela el corazón de la cosas?
Ella, acorazada, vierte en la hoja un dolor dulce, una extraña sensación de la miseria, ella vuelve al refugio de la hoja en blanco, a la náusea, esa náusea que se va en el primer verso.
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# Cioran dice “Un libro debe hurgar en las heridas, provocarlas incluso. Un libro debe ser un peligro”… ¿Qué libros marcaron tu transitar por la vida?
- “‘El diario de Ana Frank’, ‘Viaje al centro de la tierra’, de Julio Verne; ‘El libro de los abrazos’, de Galeano; ‘El lobo estepario’, de Hermann Hesse; ‘El proceso’, de Kafka; ‘Las nubes’, de Juan José Saer… y todos los de Ray Bradbury”.

# Poesía y cine. ¿Qué se te pasa por la mente con esas dos palabras?
- “Se dice que el cine es el séptimo arte y el arte que reúne todas las demás artes; la poesía es una de éstas. Hay mucho de poesía en el cine, ya sea literalmente o de una manera más invisible (por decirlo de alguna manera), porque comparten recursos, como ser la metáfora, la búsqueda de un ritmo que sirva a la narración, imágenes sensoriales, etc. En mi caso, son dos vías de expresión que, si bien no son lo mismo, trabajan para dejar en el espectador (o lector) algo que lo conmueva o le haga pensar. Hay en el montaje (la parte que más me interesa del cine) un estilo que se llama ‘montaje poético’, en el que se juega con la estructura de las secuencias, predomina mucho el movimiento y busca crearle sensaciones al espectador”.

# Poesía y música…
- “Mi poesía tiene mucho que ver con la música, ya que además de que desde chica leo mucha poesía, también escucho muchísima música, de muchos estilos y épocas diferentes. Cuando escribo, busco una musicalidad, un ritmo. Muchas veces he escrito letras de canciones que, la verdad… no las diferencio de mi poesía. Para mí es lo mismo escribir una letra que escribir un poema”.

# ¿Cuándo nace un poema? ¿El dolor es parte de la poesía?
- “Inevitablemente, el dolor es parte de cualquier arte. El dolor, no como algo negativo sino como parte de la vida. Me gusta mucho una frase de Schopenhauer que dice ‘el único error innato es creer que estamos aquí para ser felices’. Porque nadie es feliz todo el tiempo, tenemos nuestros momentitos pero más de eso no tenemos. Y hay que lidiar con el dolor de alguna manera. El arte es una manera muy efectiva para esto, ya sea crear arte o consumir arte. Yo creo que un poema nace del interior más profundo de una persona, de esa necesidad de poder decir, de poder comprender o hacerse comprender. Las palabras y los recursos los ponemos al servicio de poder expresar al menos una parte de lo que estamos vivenciando, lo que hemos vivenciado o queremos vivenciar. Es un poco como cuando soñamos, no se entiende bien para dónde va todo, pero siempre te genera algo”.

# ¿Qué te provoca melancolía?
- “Melancolía me generan ciertos recuerdos, de lugares o personas que añoro. Y a la vez, cuando los recuerdo, hay una profunda tristeza de sentir que perdí una parte de mi vida. Es decir, si lo pienso bien, no lo perdí. Son sólo momentos que pasaron y han estado en mi vida, han sido reales y los he experimentado. Pero si tengo que decir la verdad, siento que perdí mucho en mi vida. Y estoy en eso, en aprender a perder”.

# Una canción…
- “Partamos del hecho de que no puedo elegir una sola canción, pero la primera en la lista sería ‘Hurt’, por Johnny Cash”.

# Un poema…
- “‘Pájaro azul’, de Charles Bukowski”.
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La joven del saco azul
cuenta historias,
alguna lágrima se le escapa
y no le importa.
Tiene los cabellos desordenados
algunos días.
Se sienta y observa, y se
estremece con algunas canciones.

La joven del saco azul
a veces me acompaña,
sigue mis pasos, sean
rápidos o a veces muy lentos.
Lo cierto es que hay algo en ella
y alrededor de ella.
Hay algo que desafía toda lógica…

La joven del saco azul
tiene el corazón en la mano.
Llueven notas de nostalgia
sobre ella, permanentemente.
Pero de alguna manera
cuando ella te acompaña,
tu espíritu se siente más tibio
y te acaricia el rostro
con una ternura verdadera.

La joven del saco azul
es una especie de contracultura,
es un alma que anhela paz
y la da, y espera en silencio
que recibas su mensaje.
En medio de todo
este confuso laberinto,
ser un humano es
dar lo que sabés que falta,
aun en las peores tormentas.