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MARÍA ROSA LOJO

“En ‘La peste’ predomina un humanismo de tipo agnóstico”

La doctora en Letras y escritora María Rosa Lojo participó de “Diario de la peste”, un registro con voces de escritores por WhatsApp para la Biblioteca Nacional, Y analizó la reconocida novela de Camus



La doctora en Letras, escritora e investigadora María Rosa Lojo es una de las personalidades de la literatura que por invitación del director de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno (BNMM), el narrador y guionista Juan Sasturain, reflexionaron por audio sobre la cuarentena que transita la Argentina.
En este marco, la profesional brindó su testimonio sobre la nueva peste que amenaza al mundo, respondiendo a la propuesta de la entidad nacional a través de un audio de WhatsApp. Los archivos pueden ser escuchados a través del sitio Web de la unidad de información (www.bn.gov.ar), en la opción “Diario de la peste en la Biblioteca Nacional”.
En diálogo exclusivo con Cronopio, la autora comentó que en el marco de esta convocatoria de la BNMM, volvió a leer “La peste”, la clásica novela de Albert Camus, y ofreció su análisis acerca de esta obra, una de las más revisadas en el marco de la crisis generada por el coronavirus.
“Se trata de una gran novela, que volví a leer con mucho placer e interés por primera vez en muchos años. ‘La peste’ sigue teniendo una fuerte actualidad. Hay una frase que se citó mucho y que se atribuye a Camus: ‘Lo peor de la peste no es que mata los cuerpos, sino que desnuda las almas y ese espectáculo suele ser horroroso’. Esa frase no es de Camus y no está en el libro. No sé por qué alguien la seleccionó como si fuera del libro; no refleja su espíritu”, aseguró.
“‘La peste’ no es una novela misántropa, desesperada con respecto a la condición de los seres humanos. Lo que predomina es la esperanza en cuanto a las reacciones con que pueden sobreponerse a la adversidad y a lo que pueden hacer por los otros. Aunque tampoco es complaciente, ni desconoce las debilidades y las malas acciones que se desatan en una tragedia colectiva”, explicó Lojo a este Suplemento.
“Sus protagonistas o héroes son un equipo de personas bastante diferentes entre sí, encabezadas por un médico, el doctor Rieux, que se unen para servir a la comunidad. Lo que predomina en el libro es un humanismo de tipo agnóstico, que corresponde también con lo que Camus pensaba, y que está balanceado con otras posiciones, como la del cura Paneloux, que empieza casi culpando a los habitantes de la ciudad por la peste, considerando que se trataba de ‘un castigo divino’, y luego termina incluyéndose en un ‘nosotros’ con ellos, y trabajando como uno más en el equipo sanitario. Es un libro lleno de matices, que realmente vale la pena volver a leer”, agregó.
“En la novela hay otro personaje importante: Jean Tarrou, que quiere ser un santo laico, un santo sin Dios. Él tiene un pasado ligado a la política, una vida agitada y conflictiva. Finalmente, deja esa militancia política (a la que se había plegado como opositor a la pena de muerte), porque se da cuenta de que los militantes a los que se ha unido son tan violentos como aquellos contra los cuales combate. Entonces, deja toda forma de violencia y trata de ponerse de una manera empática al servicio de los otros. Habla de la comprensión como aquello que lo mueve a seguir una lucha muy desesperada y en la cual perece”, relató.
“Una de las preguntas de la Biblioteca Nacional vino por este tema: la comprensión. Cómo comprendemos este momento, qué actitud tenemos hacia él. No sé si lo estamos comprendiendo mucho. Pienso que la mayoría de nosotros estamos arrasados por los acontecimientos”, opinó.
“Además, lo que predomina en las redes a las cuales nos conectamos, empezando por las mediáticas, es más bien un desborde informativo de datos e interpretaciones de esos datos que abruma. No tenemos perspectiva todavía para comprender qué está pasando; y estamos todos obligatoriamente aislados”, evaluó.
“Esto impide la experiencia de ‘La peste’ que se da en la novela. Allí, no se trata de una pandemia, sino de una epidemia localizada en una ciudad; y las medidas sanitarias no son las de hoy. Hay aislamiento de aquellas personas enfermas, pero el resto de la gente sigue sus vidas como puede. Los hechos se agravan día a día, y el pueblo se va quedando desierto. Lo que nos falta a nosotros, y no es que lo recomiende como experiencia, es la desgarradora cercanía con los muertos, que sí está en la novela de Camus”, especificó.
“Hoy lo que todos tenemos en la Argentina es un terror colectivo difuso. Vivimos pendientes de una gran amenaza. Estamos desde hace más de un mes a la espera de algo tremendo que va a ocurrir. Más allá de las vidas que empezó a llevarse el virus, y que nos llegan como una referencia numérica, no tenemos esa experiencia concreta de que ya está ocurriendo el desastre. Nos sentimos en la inminencia de un desastre y eso provoca una inquietud muy grande. No sabemos cuándo terminará el aislamiento ni si va a poder terminar. Sin el aislamiento, sabemos que moriría mucha más gente. No hay una salida fácil. Todas las opciones traen consecuencias negativas en uno u otro sentido”, manifestó María Rosa Lojo.



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