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Pulmones más sanos



Una de las tantas preguntas alrededor del coronavirus es si fumar aumenta el riesgo de infección. Para responderla, nada mejor que recurrir a la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ya ha dicho que sí.

Según advirtió la entidad, es probable que los consumidores de tabaco sean más vulnerables al COVID-19, ya que el acto de fumar implica que los dedos, y en consecuencia, los cigarrillos, estén en contacto con la boca, lo que aumenta la posibilidad de transmisión del virus si existe contaminación en la mano.

Pero eso no es todo. Como muchos fumadores tienen una capacidad pulmonar reducida o arrastran una enfermedad en sus pulmones, el peligro de que sufran problemas graves es sensiblemente superior. Señala la OMS que las condiciones que aumentan las necesidades de oxígeno o reducen la capacidad del cuerpo para usarlo adecuadamente ponen a los pacientes en mayor riesgo de dolencias pulmonares graves, como la neumonía.

Buena oportunidad, entonces, para renovar la campaña contra el tabaquismo en nuestra sociedad, recordando que Formosa, a partir de su recordada Ley Antitabáquica, más conocida como Ley Gorvein (Nº 1.103), sancionada en 1994; ha sido pionera en esta lucha.

Bastante se ha avanzado en la Argentina desde aquel primer paso dado en nuestra provincia hace 26 años. Ya no se puede fumar en oficinas públicas, bancos, centros de salud, locales cerrados o semicerrados, vehículos de transporte público, etc. Lo que aún no está prohibido es hacerlo en espacios al aire libre.

En este sentido, cabe mencionar el ejemplo de Laguna Larga, una pequeña localidad del centro de la provincia de Córdoba, donde no se fuma en las plazas. A través de una escueta ordenanza, las autoridades locales prohibieron el cigarrillo en lugares públicos donde se practiquen deportes o actividades lúdico-recreativas. Lo interesante del caso es que no hay controles oficiales ni sanciones, y aunque al principio hubo cierta resistencia por parte de algunos fumadores, el acatamiento masivo no tardó en llegar.

Esta vuelta de rosca en la pelea contra uno de los peores vicios para la salud se dio luego del reclamo de un grupo de madres que cuando llevaban a sus hijos a las plazas, tenían que soportar que otros adultos fumaran en el área de los juegos infantiles. Imagen que lamentablemente puede apreciarse hoy en muchos espacios públicos de nuestra ciudad.

Un estudio realizado por el Programa Nacional de Control del Tabaco, un cuarto de la población adulta argentina y uno de cada cinco adolescentes fuman. Por otra parte, alrededor de un 25 por ciento de los no fumadores -de cualquier edad- están expuestos al humo del tabaco ajeno.

En época de coronavirus, es necesario estar más atentos que nunca a los males que trae aparejados el cigarrillo, incluida ahora la posibilidad de contagios entre fumadores; y, también, que éstos comprendan definitivamente que su consumo puede dañar a otras personas, aún en una plaza. La sana costumbre de Laguna Larga debe ser estimulada, y emulada, para que todos y todas podamos respirar un aire más puro y nuestros pulmones estén más fuertes para enfrentar al COVID-19.



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