A raíz del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio, familias formoseñas se encuentran en un contexto económico muy complicado. Esto también sacó lo mejor de corazones solidarios que dan una mano a quienes menos tienen.
Es el caso de Andrea, propietaria de un local de comidas, quien ofrece mediante sus redes sociales comida a quien lo necesite. “Estamos pasando una situación muy difícil y un plato de comida no se le niega a nadie”, expresó a La Mañana. Además, esta cocinera cuyo local está ubicado en avenida Italia al 1000, aseguró que “la mejor manera es la difusión, porque permite una mayor posibilidad de ayuda”.
Asimismo, ante la escasez de barbijos y la desesperación por estos, Verónica Romero, una diseñadora de modas formoseña, mostró en sus redes sociales cómo es la confección a partir de un pequeño trozo de tela.
“Estamos pasando un tiempo muy difícil y no podía quedarme con los brazos cruzados en casa. Decidí compartir esto, más que nada para motivar a otras personas que puedan, repitan la acción”, contó la mujer, quien decidió donar su producción.
Por otra parte, las buenas acciones no solo son materiales. Hay quienes colaboran transmitiendo las celebraciones religiosas, ya que están prohibidos los eventos públicos. Es el caso de don Blas Espinoza, un servidor de la Parroquia San Francisco de Asís, quien retransmite con su celular la misa alcanzando un gran número de visitas diario.
“La santa misa que comparten los párrocos en cada parroquia es para las distintas comunidades, pero también para todos los que deseen seguir la celebración a través de las redes sociales”, comentó y añadió que: “es un servicio para la comunidad hacer llegar la palabra de Dios a los hogares en este momento de mucho miedo por el coronavirus”.